Los trabajadores de la planta de reciclaje de Las Calandrias podrían adoptar la determinación de ir a la huelga como consecuencia de la situación de “atasco” que sufre el proceso de negociación del convenio colectivo.
El comité de la empresa Verinsur, que es quien explota la planta de la que es titular el Ayuntamiento de Jerez, advierte de que el personal no está dispuesto a asumir nuevos “recortes de derechos y salarios”, a lo que se suman además “permanentes amenazas de despido” a pesar de que la plantilla es a día de hoy “insuficiente”.
Según los representantes de los trabajadores, la empresa se escuda en los “impagos” del Consistorio jerezano, que supuestamente acumula una deuda con la sociedad de “más de un millón de euros”. A ello debe añadirse además que otros municipios que depositan sus residuos en esta planta también acumulan impagos.
Ante esta situación de “secuestro de las reivindicaciones de la plantilla, por los posibles impagos municipales y la actitud de cerrazón de la empresa adjudicataria”, los trabajadores responden de momento convocando una próxima asamblea en la que está prevista la aprobación de “un calendario de movilizaciones en el que no se descarta una posible convocatoria de huelga”.
El comité califica de “intolerable” la situación de “precaridad” que viene sufriendo la plantilla, lo que motiva que “muchos trabajadores tengan problemas psicosociales”. A este respecto debe tenerse en cuenta que “las condiciones de trabajo han provocado accidentes mortales”, algo que “no se corrige”. “Los trabajadores acuden a sus puestos de trabajo con miedo y esto provoca la denuncia permanente ante la Inspección de Trabajo, lo que unido a la presión de la empresa y la falta de acuerdo en la negociación provoca un malestar insoportable en la plantilla”, añade.
La última víctima, el pasado noviembre
El último accidente mortal ocurrido en esta planta se produjo el pasado mes de noviembre, cobrándose la vida de un trabajador de 35 años, aplastado por una plancha metálica de gran tamaño.