La Piedad y La Mortaja negaron este miércoles haber mantenido contactos de cara a explorar la posibilidad de trasladar al Obispado su deseo de procesionar en la jornada del Sábado Santo aunque debieran regresar a sus respectivos templos antes de las tres de la tarde, asumiendo de este modo la condición que monseñor Mazuelos puso hace ahora ocho años.
Sin embargo, en ninguno de los dos casos cerraron la puerta a la posibilidad de hacer este planteamiento en un futuro. Así, la Hermandad de la Piedad dejó claro que “a día de hoy” no ha mantenido “contacto alguno” con la cofradía con sede en Capuchinos. Desde la Hermandad de la Mortaja se aclaró mientras tanto que la actual junta de gobierno ejerce “en funciones” porque la corporación se encuentra inmersa en un periodo electoral, de modo que un proyecto de esta envergadura sería “competencia de la futura junta de gobierno”.
Por su parte, el presidente del Consejo local de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, negó que este órgano haya trasladado su respaldo a ambas hermandades, con quienes no habría mantenido contactos sobre el particular.
A pesar de los desmentidos, este medio puede asegurar que desde el pasado fin de semana se han venido produciendo conversaciones entre miembros de ambas corporaciones con el fin de explorar una posibilidad que está sobre la mesa, si bien hasta ahora no han pasado de ser meras consultas de carácter informal a la espera del pronunciamiento de las respectivas juntas de gobierno.
Los desmentidos vienen a enfriar ahora una cuestión que algunos pretendían incluso alentar al amparo del indudable éxito que cosechó la reciente presencia en la calle de la Virgen de la Piedad. Entre esos cofrades que animaban a dar este paso se encontraba algún miembro del Consejo local de la Unión de Hermandades.
Las dos juntas de gobierno han negado la existencia de esos contactos, pero al menos en sus comunicados no han cerrado la puerta que monseñor Mazuelos dejó abierta en noviembre de 2010.
