El Gallo Azul, el mítico establecimiento hostelero que preside el centro de Jerez, en el corazón de la calle Larga, reabrirá sus puertas el próximo mes de marzo después de año y medio cerrado. Durante todo este tiempo, que se ha alargado mucho más de lo previsto por el empresario malagueño Gonzalo Assiego, al frente del emblemático negocio desde diciembre de 2016 tras alcanzar un acuerdo para su traspaso, el local de seis plantas ha sido objeto de una profunda reforma integral que no ha estado exenta de inconvenientes, principalmente por la demora en la tramitación de una licencia. Los planes de Assiego también se han ralentizado por la adquisición a última hora de la casa aledaña al Gallo Azul (donde se ubicaba la zapatería Pilar Burgos) para ganar más espacio e instalar un ascensor. Este empresario es muy conocido por sus chiringuitos en Bali, Indonesia, especialmente el bar de playa La Plancha, considerado uno de los mejores del mundo. Su apuesta personal por El Gallo Azul, al que quiere darle su impronta, imprimiéndole aires renovados en su interior -la fachada no se puede tocar- , se dejará ver desde el primer momento en el que la clientela más fiel y la que a buen seguro pasará a serlo, ponga un pie en el establecimiento.
Eso será como máximo dentro de dos meses, que es el plazo estimado para que el público pueda volver a entrar a este carismático edificio, que incluso clausurado sigue siendo el favorito para las fotos de souvenir de turistas de sus viajes a Jerez y de los propios jerezanos, que echan de menos que El Gallo Azul regrese a la oferta gastronómica local.
Nada que ver con lo de antes
No han trascendido muchos detalles, pero los que lo han visto avanzan que el nuevo Gallo Azul no tiene nada que ver con lo que estábamos acostumbrados. Era en diciembre de 2016 cuando Assiego alcanzaba un acuerdo para el traspaso del negocio con el empresario hostelero Carmelo López, quien regentaba la propiedad del inmueble de Aníbal González junto a otros socios con idea de abrir a mediados de 2017. No pudo ser ni ese año ni el que acaba de terminar, pese a que su intención era que los jerezanos “recuperaran” este emblemático negocio para la campaña navideña. Ahora parece que a la tercera va a la vencida y que marzo será la fecha definitiva, de cara a la Semana Santa, el Gran Premio y el día a día de los jerezanos, pues es un local de referencia.
En cualquier caso, en estos dos años que el empresario ha desembarcado en Jerez no se ha quedado de brazos cruzados ni mucho menos. Además de El Gallo Azul, en enero de 2018 también se hizo con las llaves de dos locales en Pescadería Vieja: el antiguo establecimiento de El Bichero y Kapote, mientras que recientemente ha llegado a un acuerdo para alquilar ‘Tendido 6’ por diez años. A estos nombres de pesos pesados en la hostelería jerezana falta por sumar uno más: el restaurante El Bosque, en el Parque González Hontoria, en la avenida Álvaro Domecq, otro referente, después de que la empresa de Gonzalo Assiego haya ganado el concurso para su explotación durante los próximos 25 años. Mientras comienza la cuenta atrás para el regreso de El Gallo Azul, La Vega, en la Plaza Esteve, una de las cafeterías más conocidas, acaba de cerrar sus puertas para ser objeto de un proyecto de ampliación con vistas a reabrir después de la temporada de verano.