El Señor de Bondad y Misericordia recibe culto desde este jueves en la parroquia de San Juan de Dios, algo que no tendría nada de particular de no ser porque durante años se vino negando esta posibilidad a una cofradía acostumbrada al nomadismo desde su nacimiento.
La imagen de Ana Rey y Ángel Pantoja se hizo presente en el templo de Juan XXIII al filo de las ocho de la tarde, culminando así un traslado que se prolongó por espacio de unas tres horas y que contó con una numerosa asistencia de público.
El Señor de Bondad y Misericordia inició su despedida del Santuario de San Juan Grande a las cinco de la tarde, viviéndose momentos especialmente emotivos en el encuentro con las personas mayores que allí residen.
La imagen lució la túnica marfil y el mantolín rojo bordado de Cristo Rey, ocupando las andas de madera dorada en el que anualmente recorre las calles de su feligresía en rosario vespertino la Virgen del Amparo, titular de la Hermandad de la Sed.
Alrededor de ochenta hermanos y hermanas se repartieron en las filas de un cortejo de cirios en el que también se integraron representaciones de otras hermandades, como la del Santo Crucifijo de la Salud, que tuvo un papel destacado en los inicios de esta cofradía, o La Soledad, que anualmente abre las puertas de la iglesia de la Victoria para que esta joven corporación pueda salir a la calle.
El Señor contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical San Juan, que es la banda que le acompaña en la tarde del Jueves de Pasión.
Una vez ante la parroquia de San Juan de Dios, la imagen debió ser bajada de las andas que había ocupado para poder acceder al interior del templo debido a las reducidas dimensiones de la puerta. Precisamente esta circunstancia obligará a la cofradía a volver a trasladar a su titular a la iglesia de la Victoria en las vísperas del Jueves de Pasión. La aspiración de la hermandad es poder levantar una sede anexa desde la que procesionar lo antes posible.