La estructura del nuevo Gobierno reserva un papel destacado a Laura Álvarez, que de algún modo se convierte en la mano derecha de Mamen Sánchez.
La alcaldesa parece haber depositado su máxima confianza en quien fue sin duda uno de los grandes pilares de su anterior Ejecutivo.
No en vano, Álvarez aprobó con nota uno de los grandes retos que debió afrontar el Gobierno socialista en cuanto desembarcó el Ayuntamiento, que no era otro que el de normalizar la situación de la plantilla municipal.
El personal valora su gestión al frente de este área y de hecho en los últimos meses han desaparecido incluso las protestas de las secciones sindicales más beligerantes.
Ahora tendrá que hacerse cargo también las finanzas municipales, de la gestión de los planes especiales y del distrito norte; y tendrá a su cargo a otros tres delegados que deben ocuparse de asuntos tan dispares como la captación de inversiones, el turismo, los deportes o el medio rural.
Laura Álvarez se antoja por tanto la piedra angular del nuevo Gobierno de Mamen Sánchez, con permiso de José Antonio Díaz y Francisco Camas, que asumen también amplias y delicadas parcelas de la gestión municipal.
En el programa El Templete, de 7 TV Jerez, Álvarez apuntó que el “primer objetivo” que se marca no es otro que el de aprobar “un presupuesto inversor” que pueda “dar crédito a los proyectos políticos que están sobre la mesa”.
También señaló como uno de los retos de esta nueva etapa la necesidad de “mejorar el procedimiento para la concesión de licencias”, diversificando el modelo de ciudad para atraer la llegada de nuevas empresas.
En estos últimos años, “Jerez ha ganado peso y credibilidad ante las administraciones tras cumplir con la regla de gasto y reducir la deuda”. “Ahora vamos a ser un Gobierno muy reivindicativo ante las demás administraciones. Hemos marcado la senda económica, los recursos humanos, y eso da fuerza para apostar por un modelo de ciudad pensada para las personas, con políticas inclusivas, para el empleo”, explicó.
El escenario parece algo más favorable que el de 2015 y no en vano “muy pronto se empezarán a ver los frutos” de la gestión de la etapa anterior, con el relevo en la concesionaria de la limpieza, la incorporación de nuevos funcionarios, las obras en el complejo de Chapín o la iluminación singular del centro.