Conflicto en el colegio de educación especial Virgen de la Esperanza
Los padres de alumnos del nuevo colegio Virgen de la Esperanza se concentraron ayer a las puertas del centro para protestar por la situación que padecen sus hijos. A esta movilización se le unió su decisión de no volver a llevar a los alumnos a clase hasta que finalicen las obras que se realizan en estas instalaciones, inauguradas a principios de curso.
La presidenta de la Asociación de Madres y Madres de Alumnos (AMPA) del centro, Montserrat Ghío, comentó que “hemos llegado a este extremo porque hemos visto que las obras están prácticamente paradas”. Además, desde la AMPA se critica que “no nos han mandado ninguna respuesta a los escritos con peticiones que hemos mandado a la Delegación Provincial de Educación”.
La presidenta del AMPA destacó que “este centro no cubre las necesidades que nuestros niños tienen. Nadie nos contesta y todo está manga por hombro”. Ghío resaltó que “los niños no volverán a clase hasta que finalicen las obras, ya sea en un mes, dos o lo que haga falta. Veremos lo que hacemos los padres y qué movilizaciones realizamos. Esto no es un centro escolar, es una obra. Por ello vamos a requerir los permisos de fin de obra”.
Todo ello a pesar del desajuste que ocasiona esta medida “ya que no todo el mundo se queda pendiente de estos niños”. Desde el AMPA se requirió “una solución ya. No podemos esperar a ver cuándo terminan el colegio. Nos han tomado el pelo una vez y ahora queremos soluciones. Nos dijeron que se iban a hacer una serie de cosas que nos se han hecho”.
CC OO
Por su parte, el secretario comarcal de CC OO de Educación, Sebastián Alcón, denunció que, “desde hace años, en la Delegación Provincial de Cádiz no se están haciendo las cosas bien en muchos casos. Todos los años las denunciamos y nos llaman alarmistas”.
Para Alcón, “este caso es evidente. El centro no está en condiciones y parece que el arquitecto no sabía que esto era un centro de educación especial. En los aseos no caben las camillas, las esquinas no están protegidas para evitar golpes y el firme del patio es rugoso”.
Quejas
La presidenta del AMPA destacó que “el transporte no funciona en condiciones. El comedor funciona con un generador que cuando se queda sin gasoil se desconectan las neveras. Además, tanto la luz como el agua son de obra”. Ghío incidió en que los menores “no disponen ni aula de manualidades o de informática ni fisioterapia o psicomotricidad”.
Desde el AMPA se pone como ejemplo que “si se lleva a un menor a un colegio donde no se imparte matemáticas, o inglés, ¿qué hace el niño en ese centro?”. Ghío reconoció que “este centro está mejor pero si se vive en una chabola y te dan un piso, lógicamente el cambio es mejor. Pero si el piso no tiene ni luz ni agua, el cambio no es tan bueno”.
Administración
Por su parte, desde la Delegación Provincial de Educación se requirió “confianza y paciencia. No se puede hacer más de lo que se ha hecho después de lo ocurrido. Hay una gran inversión y equipamiento intachable pero tuvimos la mala suerte de que la empresa nos dejó tirada la obra”. Según la Administración, “se ha hecho un esfuerzo legal y económico para tener listo el centro”. Por ello “hay cierta decepción ya que parece que este esfuerzo ha caído en saco roto”. Además, la delegación afirmó que “los niños están bien atendidos y en condiciones de habitabilidad y seguridad. Los padres deben reconocerlo”.