Los trabajadores de la fábrica de cemento del grupo LafardeHolcim de Jerez y de empresas auxiliares han recorrido esta mañana las calles de Jerez durante hora y media en una caravana de coches que ha partido de la propia planta, donde la plantilla estaba reunida en asamblea, y ha culminado en las calles del centro, que se ha inundado de actividad y de bocinas reivindicativas para protestar contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por la empresa.
Los propios trabajadores han explicado que la marcha ha sido “improvisada” y es fruto de la “incertidumbre” que sufre la plantilla, que esta mañana celebraba una asamblea “rutinaria” a las puertas de la planta, donde los empleados llevan más de una semana concentrándose desde que la compañía les informó de su intención de aplicar un ERE por causas de producción y limitar la actividad de la planta a labores de molienda.
Durante el trayecto, los coches llevaban carteles en rojo con el lema “No al cierre de Holcim” y no han dejado de tocar la bocina para reivindicar la continuidad de la fábrica, que durante toda la pandemia ha seguido a pleno rendimiento, por lo que el despido colectivo ha caído como “un jarro de agua fría”.“Ha sido todo improvisado, en estos momentos de incertidumbre se hace difícil calmar a los compañeros y lo que empezó como una asamblea rutinaria derivó en esta acción”, ha señalado a este medio desde el comité de empresa.
Se trata de la primera movilización que la plantilla lleva a cabo tras constituirse el pasado miércoles en Sevilla la comisión negociadora de un ERE que afecta directamente a 59 de los 80 trabajadores de la fábrica de Jerez y afecta indirectamente también a 200 empleos de empresas auxiliares.