Soledad tiene 75 años y ha estado 14 meses sin que en su centro de salud de La Granja le tomaran la tensión. Hasta que el enero de este año se plantó. “Por mi salud me tienen que revisar y tomármela todos los meses, pero dejaron de darme cita. Luego he estado más de 20 días pendiente de que me llamen para que me viera mi médico. Al final me fui a La Milagrosa por Urgencias. Si no tienes coche te coges un taxi, ¿no? Y si tengo la espalda mal con dolores e inflamada, ¿cómo va a saber mi médico lo que tengo por teléfono? Es que te tiene que ver. Es que esto (por el centro de salud) no puede estar cerrado por las tardes”. Ahora lleva un alineador de espalda. “Hemos estado abandonados por el Covid. Y no han echado cuenta ni de los mayores, ni de que hay otras patologías aparte del Covid”, apunta visiblemente enfadada acompañada de su marido, que asiente en todo momento.
Cuando le avisaron de la concentración convocada de forma espontánea en Facebook por un vecino, Antonio Cintas, celador del SAS, -que ayer estaba abrumado por la respuesta de su barrio-, en el grupo “Yo vivo en La Granja” para protestar por el retraso para obtener citas médicas y la falta de consultas presenciales, ni se lo pensó. “Y más deberíamos haber venido”, reivindica. Hubo más de 200 personas, entre las que predominaban los mayores. Ellos tampoco lo dudaron y se plantaron delante de su centro de salud para mostrar su hartazgo por una situación que ya les pesa demasiado. No aguantan más.
A la madre de Irene el pasado 20 de agosto le dieron cita para el 20 de septiembre. “¡Un mes!, señalaba su hija indignada. Su progenitora cuida a su padre dependiente y no pudo acudir a la protesta. “Vengo yo en representación de ellos porque esto no puede seguir así. Es vergonzoso”.
Ángeles lleva 40 años viviendo en La Granja y nunca ha visto su centro de salud tan mal. Padece de una artritis crónica que le provoca fuertes dolores y se quedó sin receta médica una semana. Tiene claro que la culpa “no es de los trabajadores”, sino de “los que mandan” y cuando una amiga le comentó la convocatoria, lo tuvo claro. “Tenemos que hacer más manifestaciones para que esto cambie”, apuntaba ayer.
Tras media hora de concentración, la protesta finalizó entre aplausos y al grito al unísono de “sanidad pública” de los presentes y con el agradecimiento expreso de su promotor, que animó a sus vecinos a “seguir”. “Esto no puede ser solo un día, tenemos que continuar”, dijo. La respuesta de los residentes superó sus expectativas. “No me lo esperaba, porque todos sabemos lo que cuesta movilizar la gente en Jerez, y que esto lo hayamos conseguido poniendo una frase en un grupo de la barriada de Facebook donde hay 1.000 personas creo que dice mucho de que la cosa está clara, que esta reivindicación nos afecta a todos y no solo en La Granja".
Además de miembros de la Marea Blanca de Jerez y otros colectivos de la ciudad, en la concentración también se vio a políticos de la ciudad, como la delegada municipal de Salud, Carmen Collado, que lleva todo el verano reclamando el regreso de las citas presenciales y denunciando la demora de las listas de espera para ir al médico de cabecera y representantes de Ganemos e Izquierda Unida.