Se suele decir desde antaño que los delincuentes siempre van un paso por delante de los policías. Los agentes especializados en la lucha contra el narcotráfico vienen detectando en los últimos meses nuevos e insólitos métodos de ocultación de la droga.
No se puede obviar de un tema como éste, que es candente en la zona, y donde por su situación geográfica se aprovechan organizaciones dedicadas a esta actividad. Hay que expresarlo, y que se conozca y mejore la situación, ya que, caso contrario, se quiere dar a entender que no existe tráfico de drogas, cuando sí lo hay y con mayor cualificación que hace años.
Los tradicionales “dobles fondos” en vehículos y maletas han dado paso a surrealistas y sofisticados escondites para transportar sustancias estupefacientes. Prosigue el método conocido como “tele-coca”, donde consumidores conocen el teléfono del suministrador -incluso se anuncian en redes sociales”, y le suministra el estupefaciente a su domicilio.
No obstante Policía, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, siempre atentos a estos nuevos métodos, consiguiendo gran parte de su objetivo: La detección de la droga y detención de los autores.
El Puerto de Algeciras, desde hace años, es utilizado por traficantes internacionales que hacen pasar cocaína, en contenedores, intentando burlar la vigilancia policial. Así ayer se daba cuenta de una gran aprehensión de aquella sustancia -9.000 kilos-, camuflada entre chatarra; lo más habituales la ocultación entre las mercancías que se transportan y provenientes de países productores de esa sustancia, y entre otras, entre bananas, merluza congelada, maquinaria industrial, palés de madera, entre otros varios.
En los últimos tiempos se viene utilizando el conocido método del “gancho perdido”. Consiste este en colocar al principio de la apertura de un contenedor de unas bolsas, conteniendo cientos de kilos de cocaína. Los datos se le transmiten desde el exportador extranjero -normalmente de países sudamericanos- a operarios que trabajan en el interior portuario, y cuando creen no ser vistos, abren el contenedor con un gancho, extraen las bolsas y vuelven a cerrarlo; la droga, suele ser sacada del Puerto, a veces, en camión previamente contactado. Por este método se han dictado varias sentencias condenatorias por la Audiencia de Algeciras.
El Puerto de Algeciras, como digo, es utilizado por narcotraficantes, y está considerado como el tercero en aprehensiones de este tipo, tras Valencia y Barcelona, si bien este año 2023, podría “llevarse la palma”, tras los miles de kilogramos aprehendidos por Fuerzas de Seguridad y SVA, en el gabinete de riesgo, donde se analizan la proveniencia de contenedores, y se llegan a pasar por el scanner, con resultado altamente positivo.
Las llamadas “guarderías” o almacenes donde se custodia, aparentemente son lugares legales, y el propietario percibe una cierta cantidad por ese cobijo durante unos días.
En alguna ocasión el Puerto de Sotogrande, tambien ha sido escenario de ocultación de droga, en barcos de recreo anclados y en el fondo de la embarcación, en una especie de jaula, y que es extraída durante la noche o en momentos donde se estima no hay presencia bien de persona o policial.
Hacer un boquete en el campo para guardar esa mercancía ilícita, y aparcar encima un tractor, para poder pasar desapercibido. Son casos todos éstos que se han dado y juzgados, con condenas, merced a las investigaciones efectuadas.
Pero dentro de los métodos más recientes, y en pequeñas cantidades, el más sofisticado o novedoso, es el transporte, no ya en el estómago o en la boca, sino en los senos de mujeres, cuyo implante contiene cocaína.
Y me he referido en esta ocasión al transporte de esa sustancia, que es la que en la actualidad se trafica con más frecuencia y pingües beneficios. Ya que atrás quedó aquel momento en el que, era el hachís, el objeto del tráfico. Hoy, lo sigue siendo, pero en menor cantidad.