El compositor Daniel Albarrán ha visitado La Pasión para repasar algunos de sus últimos estrenos y, especialmente, detenerse en la que considera su obra más íntima y trascendental: El Mayor Dolor. Una composición que no solo le ha catapultado al reconocimiento artístico, sino que también marcó un antes y un después en su vida personal, al surgir en uno de sus momentos más difíciles.
Albarrán confesó que esta obra nace de una depresión profunda, en la que incluso llegó a perder la capacidad de escribir música. Según relató, “circunstancias personales que ni yo mismo me las explico, fueron circunstancias personales, de exparejas y demás, con las que yo no pretendía que fuese a desencadenar en todo esto, y se me cerró todo. No encontraba el camino para salir de eso; sabía qué me estaba pasando y, por otro lado, no era capaz de salir de ahí”. Esa situación le condujo a una presión creciente que, lejos de motivarlo, bloqueó por completo su creatividad: “De repente, no era capaz ni de escribir música, por lo que la presión cada vez era mayor, agravando esa depresión”.
Sin embargo, en medio de ese proceso, surgió El Mayor Dolor, una pieza en la que Albarrán volcó todo lo que sentía. “Siempre se puede escribir todo tipo de música porque el compositor es como los actores, pero no son tan reales como cuando se sienten de verdad. Incluso rememorando tus vivencias, no se siente igual”, explicó. En el caso de esta obra, aseguró que “la realidad de El Mayor Dolor es que yo estaba en ese punto, y el color que tenía mi corazón es el que tiene la obra”.
A medida que avanzaba la creación, Albarrán reconoció que crecía emocionalmente junto a ella: “Yo lo hacía con ella de la mano, yo sentía que al final de la obra, ella era la que me habría curado a mí”. El momento más impactante fue la primera vez que la escuchó completa: “Me derrumbé a llorar durante más de cinco minutos”.
Vuelve a ver la entrevista en el último programa de La Pasión.