Con las últimas luces de la tarde hacía su salida desde la Parroquia de San Lorenzo la imagen de María Santísima en su Soledad. Esta Virgen es una de las más antiguas que procesiona en la Semana Santa de Sevilla, realizada en el siglo XVI sin que se conozca su autoría.
Casi mil nazarenos de túnica blanca y antifaz negro antecedían al paso de la Santísima Virgen, así como decenas de niños vestidos de monaguillo, repartiendo estampitas y caramelos.
Salía la Soledad y, antes de continuar su camino a la Catedral, se giraba hacia la Basílica del Gran Poder, para presentarse ante el Señor de Sevilla, siendo recibida por la junta de gobierno de la corporación de la Madrugá.
Como de costumbre, la Plaza de San Lorenzo se encontraba abarrotada de fieles y devotos para ver una de las salidas más sobrecogedoras del Sábado Santo y de la Semana Santa. Sonaba una saeta desde un balcón y la plaza enmudecía.