Nuestra Señora de la Esperanza de Triana ya preside su paso de palio con motivo de su traslado a la Catedral de Sevilla, donde participará en la clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
Para este evento histórico, la Virgen luce la saya de Olmo, diseñada hacia 1918 y pasada a tisú de plata en 1956, y el majestuoso manto de los dragones, bordado en oro y sedas de colores sobre terciopelo verde. Ambas piezas representan auténticos hitos en el arte sacro sevillano.
La imagen porta también el valioso fajín de Don Juan de Borbón, un elemento único en su ajuar, entregado personalmente por la familia real en 1998, y una toca de sobremanto de las hermanas Martín Cruz, que aporta elegancia y riqueza al conjunto. Como novedad, estrena un tocado cruzado de encaje de oro, donado por un hermano para esta ocasión especial.
Cerrando este despliegue de belleza y simbolismo, Nuestra Señora de la Esperanza porta la icónica corona de Gabriel Medina, a la espera de lucir sus joyas de salida. Todo está preparado para que la Esperanza de Triana vuelva a ser centro devocional en la tarde del 7 de diciembre.
