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Lo que queda del día

El tren del futuro

En un momento en el que tanto se habla de un nuevo modelo productivo para la provincia, la reciente presentación del Hyperloop debería servir de inspiración

Publicado: 06/10/2018 ·
18:38
· Actualizado: 06/10/2018 · 18:38
  • Proyecto hyperloop. -
Autor

Abraham Ceballos

Abraham Ceballos es director de Viva Jerez y coordinador de 7 Televisión Jerez. Periodista y crítico de cine

Lo que queda del día

Un repaso a 'los restos del día', todo aquello que nos pasa, nos seduce o nos afecta, de la política al fútbol, del cine a la música

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Si alguien comienza a hablarnos de tecnología aeroespacial e ingeniería aplicada para los procesos industriales con materiales compuestos de última generación, o de la fabricación de una cápsula suspendida en el aire dentro de un tubo al vacío que se retroalimentará de energía solar, eólica y de otros sistemas alternativos instalados en su misma estructura, solo quedan dos opciones: reconocer un entusiasmado interés por la revelación de avances tecnológicos tan extraordinarios o aguantar el tipo ante unas explicaciones que nuestro intelecto o apatía apenas logra concebir de forma aproximada. Hay, no obstante, un detalle que invita, en este caso, a obviar esta segunda posibilidad: no debe sonar a ciencia ficción; hablamos del éxito de una empresa de la provincia de Cádiz, Carbures, en su apuesta por el I+D+i.

También nos puede valer con otro ejemplo: En la calle Great Portland de Londres, entre las paradas de metro de Regent´s Park y Oxford Circus, se encuentran las oficinas de Priestman Goode, donde se trabaja en todo tipo de diseños industriales, desde nuevos teléfonos móviles a cabinas de cruceros, hoteles y hasta trenes de alta velocidad. Su fachada es totalmente acristalada y permite apreciar desde la calle algunos de los diseños en los que han venido trabajando, expuestos de cara al público. En los últimos meses hay un boceto que causa sensación entre los más pequeños: el Hyperloop, e incluso obligan a sus padres a detenerse para verlo con más detalle. “¿Y qué es el Hyperloop?”, preguntan a sus hijos.  “Es el tren supersónico del futuro”. La anécdota la ha relatado el propio Paul Priestman, autor del diseño. Parte de ese tren es la respuesta a la explicación inicial de este artículo. Parte de ese tren del futuro, se está fabricando en la provincia de Cádiz, entre Jerez y El Puerto.

No es cuestión de chovinismo, ni mucho menos. En todo caso, una reivindicación, la del talento, la innovación y el futuro que nos sigue aguardando, confiados en que un día acabe el momento de tanto esperar. Lo que ha hecho Carbures, ahora llamada Airtificial, nos sitúa una vez más en el mapa, pero desde una perspectiva e identidad nuevas. En un momento en el que tanto se habla de un nuevo modelo productivo para la provincia, la reciente presentación del Hyperloop debería servir de inspiración más allá de los discursos y las fotos, y de aliciente frente a una ITI que se ha quedado aún en las siglas a falta de auténticas realidades, todas anunciadas pero pocas materializadas; es más, desde que está Pedro Sánchez, al PSOE hasta se le ha olvidado reclamar los millones del famoso plan de empleo.

Si la ITI es nuestro tren del futuro, nuestro hyperloop particular, sería conveniente que puedan empezarse a ver los andenes siquiera. De lo contrario seremos incapaces de escapar a este destino que, maldita la casualidad, hizo coincidir la presentación del visionario proyecto con la publicación de las listas del paro, las mismas por las que somos de sobra conocidos en toda Europa y que en septiembre volvieron a propiciar otro zarpazo en el mercado laboral a causa de los motivos de siempre, hasta el punto de que los análisis de los sindicatos ya parecen un copia y pega de comunicados anteriores.

Esa realidad es la que chirría, como los frenos de un tren antiguo, con los discursos institucionales bienintencionados, por mucho que sirvan de reconocimiento a quienes, de verdad, están haciendo historia, caso de Airtificial. Y esa realidad es la que hay que terminar de afrontar de una vez; incluso puede que en un futuro dejen de llamarnos “pueblo” de manera tan despectiva como lo ha hecho esta semana Núria de Gispert bajo el único pretexto de insultar a Inés Arrimadas e invitarla a marcharse a su tierra natal. El periodista Enric Hernàndez ha salido en su defensa y, con inevitable ironía, le ha recordado a de Gispert que “si Carles Puigdemont no puede ejercer como president de la Generalitat desde Waterloo, tampoco ella podría liderar la oposición desde Jerez”. Una pena que muchas políticas andaluzas hayan obviado la oportunidad de salir también en su defensa desde el sur, tal vez por el mismo motivo por el que somos incapaces de compartir el mismo tren que ha de llevarnos a un destino común y mejor para todos.

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