Según el alcalde de Sedella, desde el Obispado "están intentado ocultar y mentir porque el expárroco se llevó una caja fuerte después de romperla"
La Guardia Civil ha abierto una investigación a consecuencia de la denuncia presentada por el alcalde de la localidad malagueña de Sedella, Francisco Abolafio Rodríguez, contra el expárroco del municipio por la desaparición de una caja fuerte donde se conservaban numerosas joyas y dinero.
El regidor se ha presentado este jueves ante los agentes de la Guardia Civil de Canillas de Aceituno para que conste en la denuncia que ya han aparecido unas doce piezas de oro aunque siguen faltando al menos dos cadenas del niño de la patrona (ambas de oro) y un crucifijo.
Los investigadores ya han tomado declaración al alcalde, al nuevo párroco y otros testigos, según ha informado a Efe Francisco Abolafio Rodríguez, que se ha mostrado muy enfadado con el comunicado que ha enviado el Obispado donde se afirma que las joyas no fueron sustraídas y que actualmente están en la parroquia, "dado su condición de bienes eclesiásticos".
"Siguen faltando cosas, están intentado ocultar y mentir por unos hechos que ya se están investigando porque el expárroco se llevó una caja fuerte después de romperla y lo que había dentro es patrimonio municipal", ha argumentado, al tiempo que ha dicho que pensaba que el Obispado también investigaría los hechos y tomaría medidas contra el expárroco de Sedella.
Ha lamentado que el Obispado no haya querido reunirse con él y con vecinos del municipio y ha advertido de que si siguen sin mantener una reunión con ellos elevarán el asunto al Vaticano porque "nadie tiene la potestad de romper una caja fuerte y llevársela".
El alcalde ha explicado que nunca les ha preocupado qué ha podido pasar con el dinero, pero quieren que aparezcan las joyas porque tienen un valor incalculable por lo sentimental y simbólico.
Sobre el argumento dado por el Obispado de que el dinero que había se ha gastado en trabajos y tareas de mantenimiento de la parroquia y la ermita ha dicho que prefiere no entrar todavía hasta que consiga tener una reunión con las personas responsables.
"Ha cometido un error muy gordo y debe ser castigado, por lo que pedimos que se tomen las medidas oportunas", al tiempo que ha añadido que el nuevo párroco "es una excelente persona que lleva días intentando colaborar con nosotros", ha enfatizado.