Rafael Lavigne no sale de su asombro. Recibió una llamada del
Complejo Ambiental Costa del Sol que le anunciaba que
habían encontrado la medalla de su padre, uno de los pocos recuerdos que le quedaban de él y que
había perdido hace años.
La Oficina de Objetos Perdidos ha entregado una medalla de oro localizada en los residuos de la planta de tratamiento a su propietario,
Rafael Lavigne, vecino de
San Pedro Alcántara, tras indagar partiendo de las
inscripciones que tiene la pieza.
La medalla presenta en una de sus caras el nombre
“Javier Lavigne”, un número de teléfono y la ciudad, “Marbella”. La otra cara no muestra ninguna imagen, ni inscripción y se encuentra muy rallada por el paso del tiempo.
El delegado de Residuos Sólidos Urbanos de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental,
Juan Luis Villalón, explica que desde el departamento de Objetos Perdidos
primero llamaron al teléfono para informar del hallazgo, pero no hubo respuesta.
“
El personal de la instalación conocía el apellido Lavigne, natural de Marbella, una familia muy conocida en el municipio. Incluso tenía contactos con algunos de sus miembros, por lo que se pusieron en contacto con ellos y finalmente descubrieron que la joya pertenecía a Javier Lavigne, ya fallecido, y que había pasado a su hijo Rafael”, comenta el delegado.
Rafael explica que
perdió esta medalla hace muchos años. Sospecha que le fue sustraída o que la extravió. “Para mí fue
un duro golpe, porque era el
único objeto personal que tenía de mi padre, además de un reloj. Y me sentí muy culpable por su pérdida”, recuerda.
Su padre,
Javier Lavigne, era propietario, junto a su hermano, del supermercado Costa Bella, situado a espaldas del parque La Alameda de Marbella.
Falleció con 55 años de cáncer.
No es habitual que una joya ofrezca tantos detalles de su propietario: nombre, apellido, teléfono, ciudad. Rafael indica que su padre
era alérgico y que por esa razón la pieza contiene tantos datos personales. “Antes era habitual que se indicara este tipo de cosas en las medallas porque no había servicios de comunicación y sanitarios tan rápidos como ahora”, aclara.
Curiosamente Rafael comenta que
días antes de la llamada del Complejo Ambiental Costa del Sol para informarle del hallazgo,
había recordado esta medalla. “Creo que estaba pensando en lo que me queda de mi padre y en qué le voy a dejar yo a mi hijo y a mi nieto, y recordé la medalla.
Es algo asombroso. Las vueltas que habrá dado esta medalla y al final ha vuelto a mí. Como si mi padre quisiera que esta pieza esté conmigo”.
Rafael Lavigne dice que
se volverá a colgar esta medalla, “con una buena cadena, para que no se pierda más”.
Por su parte, Juan Luis Villalón, indica que
lo habitual es que los ciudadanos que creen que han perdido una joya se pongan en contacto con nuestra Oficina de Objetos Perdidos, a través del portal costadelso eco, y
no al contrario. “Pero somos un servicio público, no sólo para la recogida y tratamiento de residuos, sino también para la custodia de estos objetos tan preciados”.
Esta medalla es la
segunda joya que el Complejo Ambiental Costa del Sol entrega a sus propietarios tras hallarlas entre residuos. La primera fue un
anillo que una vecina de Secadero reclamó y que acreditó que era de su propiedad.
Helen Miles recuperó su anillo
en abril de este año, después de más de un año perdido.