El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha anunciado este martes que efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) viajarán periódicamente, en principio cada cuatro semanas, a la isla de La Palma durante los próximos meses para colaborar en las labores de rescate, limpieza y demás tareas operativas que determine la coordinación de emergencias del Cabildo de La Palma.
"Ese es el compromiso que he comunicado al presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández, a quien he trasladado también la solidaridad de la provincia de Málaga con los vecinos afectados por la erupción del volcán", ha apuntado el presidente provincial.
Salado se ha comprometido a mantener esta colaboración "todo el tiempo que sea necesario para paliar en la medida de lo posible las consecuencias de esta catástrofe natural".
De esta forma, un primer grupo formado por seis efectivos del CPB tiene previsto llegar a la isla el próximo 29 de noviembre y permanecer allí al menos durante una semana. Una vez en la isla, está previsto que entren a formar parte de los grupos de intervención de emergencias para acometer todas las actuaciones que se soliciten, como puede ser el rescate de personas y animales, labores de limpieza o retirada de obstáculos, entre otras.
Tendrán a su disposición un vehículo de Lanzarote "y pasarán a formar parte íntegramente del dispositivo de emergencias de Canarias", ha especificado el presidente provincial, que ha indicado que el CPB gestionará el traslado de los efectivos, que llegarán a Tenerife y de ahí en barco hasta La Palma.
"Es lo menos que podemos hacer para ayudar a tantos y tantos vecinos de La Palma que ya durante demasiadas semanas ven como sus casas, sus terrenos, sus pueblos, van desapareciendo conforme avanza el magma y la lava. Ahora la prioridad es la prevención y evitar que haya pérdidas humanas, y el Consorcio Provincial de Bomberos estará ahí para ayudar", ha valorado Salado.
A lo largo de su trayectoria, el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga ha colaborado en labores de rescate y ayuda en catástrofes naturales en diferentes puntos del planeta. Entre las más recientes, destaca su implicación en las labores de rescate en el terremoto de Beirut, en el verano de 2020; en el de Italia, en el verano de 2016; y en las inundaciones de Perú, en la primavera de 2017.