Viernes de Dolores turbulento en Málaga. La Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) está en pie de guerra contra el Ayuntamiento tras conocer que deben
eliminar un 50 por ciento más de la superficie de sus terrazas en Semana Santa, que la quitada en 2019. Afecta a unos
300 bares y restaurantes del centro de la ciudad.
El Ejecutivo local justifica la medida basándose en el informe de seguridad. Sin embargo, a los hosteleros esta explicación no les convence, en palabras de su presidente, Javier Frutos, el equipo de gobierno ha actuado de una forma “
vergonzosa y malintencionada” y no entienden estas “restricciones”, ya que “de 2019 a 2022
no se han producido cambios en el itinerario que justifiquen esta decisión”. Además, al parecer algunos de los establecimientos que deben levantar sus mesas y sillas están situados en “calles por las que no pasan tronos”.
Los empresarios empezaron a pedir ese informe tras la Navidad, pero no ha sido hasta este miércoles, hace apenas dos días, cuando han recibido la
noticia a través de una misiva: “La carta dice que hay que quitar las terrazas por un informe que está en elaboración, estamos a viernes y el informe aún no está ni terminado. Nos quedamos
perplejos”.
Para Frutos el Ayuntamiento ha dado una “
bofetada con la mano abierta” a la hostelería, a un sector que esperaba como agua de mayo la llegada de la Semana Santa con procesiones. Para estos negocios es el primer gran evento después de la pandemia en el que “podemos facturar casi con normalidad”, ha reivindicado, alertando del negativo impacto económico para los establecimientos: “No podemos hacer las previsiones de un día para otro. Hemos c
omprado ya toda la materia primera y la contratación, ahora mismo nos vemos con
personal que nos sobra”.
Guiados por el enfado, los hosteleros
se han plantado en el Ayuntamiento, para pedir explicaciones. Es más han logrado reunirse con el alcalde, Francisco de la Torre, aunque de momento no se sabe sí han llegado a un entendimiento.