Es el embalse que abastece a la zona de La Axarquía, clave en la producción hortícola en la provincia. También es el más grande de los siete que hay en toda Málaga y, tristemente, el que está en peor situación hídrica. A 30 de noviembre de 2022, el pantano de
La Viñuela acaba de registrar su mínimo histórico: el
9,2% de su capacidad total.
En otras palabras, aquí caben 164 hectómetros cúbicos de agua y apenas llega a los
15'19, lo que se traduce en el momento de mayor sequía del pantano desde que registrara su peor dato el escenario que tuvo el 31 de octubre de
2008, cuando se quedó con a 15,2 hectómetros cúbicos.
Una situación preocupante para todos los trabajadores agrícolas que dependen del suministro de estas aguas que, en términos hirológicos, están al borde de la muerte. De La Viñuela
se abastecían 180.000 habitantes de 14 localidades, así como el riego de las 6.200 hectáreas del Plan Guaro.
La comisión de la gestión de la sequía en Andalucía decidió, a principios de octubre, que el agua de este embalse se iba a destinar únicamente al abastecimiento para el consumo de la población. Ya hace semanas que el regadío debe recurrir a las
aguas regeneradas o
pozos particulares y
cubas.
Aunque hace ya unas semanas que se tomó la medida de recurrir a las aguas regeneradas, ya que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural dio luz verde para conectar los terciarios de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (
EDAR) del Peñón del Cuervo con los regadíos del Sector 8 del Plan Guaro, para transportar nuevos recursos hídricos a la comarca de La Axarquía. Se calcula que esta acción proporcione 9,1 hectómetros cúbicos (hm3).
Cabe recordar que esta medida de urgencia no es en el plazo inmediato, sino que hasta
2023 no se podrá beneficiarse de ella. Por eso hay comunidades de regantes que se plantean incluso plantean que la Axarquía sea calificada como
zona catastrófica, contó a la
SER Francisco Pineda, de la comunidad de regantes de Valle Del Rio De Benamargosa.
Los que trabajan el
mango o el
aguacate, cosecha muy típica de la comarca, lamentan estar perdiendo poco a poco sus plantaciones (algunos hablan del 15%) porque se van secando mientras miran al cielo y desean que haya precipitaciones.
Está siendo un 2022 especialmente seco en Málaga y si la lluvia no llega de manera continuada, la sequía va a seguir dañando muchas familias. Para esta semana se esperan precipitaciones en Málaga, pero serán
escasas tanto en la
Axarquía como en Málaga capital, así como en la comarca de Antequera. La impotencia por esta deriva imparable de la falta de agua preocupa, y mucho.