El pabellón de Ciudad Jardín ya tiene nuevo nombre. Desde hoy en su puerta se puede leer ‘Pabellón Deportivo Alfonso Queipo de Llano’. Fue jugador, entrenador y directivo, pero además le sobró tiempo para fomentar desde de este polideportivo la cantera del baloncesto malagueño.
Hoy se sentiría profundamente feliz por este reconocimiento de su tierra. Felicidades papá y gracias MálagaTal y como ha expresado el alcalde, Francisco de la Torre, “él”, que fue un hombre de “memoria y de detalles cariñosos” para el deporte, se merece que “tengamos el detalle de memoria, para que siempre en la memoria de la ciudad esté el nombre de Queipo de Llano ligado a este edificio”.
Su esfuerzo para que el baloncesto brillara le ocupó “toda su vida” y su lucha solo se apagó cuando falleció hace apenas un año, tras contagiarse de covid, a los 84 años, ha mencionado el consejero de Deporte, Arturo Benal. El legado de Alfonso es el “baloncesto base, su cantera, y el Unicaja”. Junto con Paco Montero, entonces directivo de la Caja de Ronda, presentó un proyecto para que el banco entrase en el sector.
Un regalo que la ciudad le “reconoce” poniéndole su nombre a este pabellón, “aunque ya lo tenía hace muchísimo tiempo”: “Él siempre está aquí, cada vez que escucho votar un balón o el chirriar de unas zapatillas nos acordamos de sus comentarios”.
Su gran amigo Rafael Pozo y portavoz de los exjugadores del Unicaja valora este homenaje, porque personas como Alfonso son “de las que si no nacen hay que inventársela, una persona comprometida con todas las cosas que iniciaba en su vida”.
“Estamos hablando de un malagueño por los cuatro costados, que todo lo que hizo fue de forma desinteresada y altruista, llevando Málaga por bandera allá donde fuera y que aspiraba de forma apasionada a darle siempre el mayor protagonismos”, ha dicho su hijo Alfonso, muy emocionado, en nombre de toda la familia: “Hoy se sentiría profundamente feliz por este reconocimiento de su tierra. Felicidades papá y gracias Málaga”.