“No hay nada más traumático que un suicidio”, ha confesado José Muñoz, representante de la Asociación Aleli, nada más empezar a hablar.
Él llego a la entidad cuando su “niña” de 16 años “se me suicida”, ha contado con la voz quebradiza. Desde ese momento arrastra un dolor que le “hizo comprender para qué se había suicidado”.
Dejó de buscar el “porqué” y se centró en ayudar como superviviente “a encontrar una solución”.
Su lucha principal, por la que “no pararemos de luchar”, es
“conseguir” un plan nacional de prevención del suicidio. Muñoz ha defendido que este proyecto deben contar con
expertos en el “ámbito sanitario y en el mundo social, pero la parte más importante somos los supervivientes”, ha indicando, explicando que “si nosotros no participamos en este proyecto, nunca se sabrá cuáles son los síntomas que pueden llevar al suicidio”.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) registraron en
2021 un total 4.003 suicidios, son once muertes cada día,
uno cada dos horas y cuarto. “Estos suicidas
dejan arrastrados alrededor de 30.000 supervivientes, que son sus familias, amigos y allegados”, ha indicado este padre, que suplica a las instituciones que se “tomen en serio” estas “graves” cifras. “
No podemos permitir que otra vez se vote en contra de este plan en el Senado como ocurrió en octubre”, ha reivindicado. La iniciativa fue propuesta por el senador de UPN, Alberto Catalán, y no contó con el apoyo de la cámara con 137 votos en contra (PSOE, ERC, PNU y Bildu, entre otros), 112 a favor (PP, UPN, Ciudadanos, PAR y Teruel Existe, entre otros) y 7 abstenciones (JxCat, Coalición Canaria y Geroa Bai).
La asociación que representa Muñoz, Aleli, será una de las que participarán en la
jornada ‘Conectamos con la vida’ impulsada por la Diputación para el abordaje y la prevención de las conductas suicidas. La acción
está dirigida a profesionales de la sanidad, la educación y los servicios sociales.
“En plena pandemia”, ha recordado el diputado de Tercer Sector, Francisco José Martín, “empezamos a detectar el aumento del número de personas que decidían quitarse la vida,
un problema que se venía arrastrando desde hace muchos años, pero al que no se le daba la importancia que merecía”. Con el objetivo de
erradicar esta “pandemia silenciosa”, el auditorio
Edgar Neville reunirá, el 28 marzo, a expertos para aprender a trabajar en prevención en los centros educativos, por “el
gran aumento del número de jóvenes que deciden quitarse la vida”. Otra de las patas centrales serán las
personas mayores: “A raíz del covid se ha detectado que muchos jubilados, personas de más de 65 años, deciden quitarse la vida por la soledad, no es lo mismo la soledad elegida que la impuesta”.
Aurelia González desde el Teléfono de la Esperanza, entidad también participante, ha explicado que durante el 2022
han aumentado un 25 por ciento el número de llamadas y atenciones. “Hace tres años no recibíamos solicitudes de atención por parte de personas menores de 18 años”, ha manifestado, pero el año pasado contabilizaron “
más de 6.000 solicitudes de atención a través del ‘Chat de la Esperanza’”.