El Unicaja Málaga lo intentó, pero no pudo. En ocasiones, incluso pareció que no supo. Los pupilos de Ibon Navarro sumaron su
primera derrota esta temporada ante un muy buen Casademont Zaragoza que anotó 100 puntos para llevarse el duelo y así recobrar el vuelo tras la derrota ante el Real Madrid. Un partido intenso, en el que apenas hubo tiempo para relajaciones, fruto de dos equipos muy ofensivos que, por momentos, se olvidaron de la tarea de defender.
El primer cuarto dio pistas de lo que íbamos a ver durante la práctica totalidad del partido: un
ritmo alto y unas defensas que no podían contener las cometidas ofensivas de sus respectivos rivales. Cada uno con sus armas, lograron encontrarle las cosquillas a su rival.
Unicaja aprovechó sus situaciones de tiro exterior para hacer daño.
Will Thomas y
Kalinoski castigaron desde el 6,75 m. a un
Casademont Zaragoza incapaz de salir de la pintura. Gran actuación inicial del de Baltimore, que anotó un total de diez puntos. El juego interior, por contra, fue aprovechado por el conjunto maño para anotar 18 de los 23 puntos que puso en el marcador durante los primeros diez minutos para ajustar el electrónico al máximo(23-24).
Siguió esta misma tónica de
anotación alta en el segundo cuarto. El trabajo sucio de Sima dio espacios a
Osetkowski y
Djedovic, lo que permitió que ambos anotaran siete tantos en estos 10’. A destacar los cuatro rebotes de ‘Oseto’, uno de ellos ofensivo.
En el Zaragoza se repartía más la anotación.
Hasta siete jugadores se embolsaron algún punto. Smith, uno de los fichajes de este verano, anotó sus primeros seis puntos del partido.
Unicaja
abrió algo de brecha durante los últimos minutos del cuarto. Por momentos, incluso pareció capaz de armar una primera ruptura considerable para intentar irse tras el descanso. Pero no fue así. El Zaragoza apretó y fruto de ello consiguió llegar al entretiempo con todo por ver tras el paso por vestuarios (48-50).
Reacción insuficiente
El regreso al parqué pilló a los malagueños con el pie cambiado. No en vano,
Casademont Zaragoza llegó a ponerse cuatro puntos arriba (61-57 m. 4). La cosa comenzó a pintar fea con el 60-67, que obligó a Ibon a pedir tiempo muerto. Surtió efecto. El arreón, comandado por
Kendrick Perry, lo ajustó todo de cara al último cuarto (75-72).
Rápidamente,
Dylan Osetkowski puso la igualada con un triple, respondido por otro de
Gielo.
Okafor hacía daño por parte de los aragoneses cada vez que se internaba. Un espectacular mate del ex NBA puso una distancia de cuatro puntos, demasiado para el momento del partido, lo que obligó a
Ibon Navarro a pedir tiempo muerto.
El triple siguió siendo la base de los costasoleños.
Djedovic obligaba al Zaragoza a dar el do de pecho para verse
sorpassado. Dos tiros libres anotados por el bosnio permitían que el marcador no se fuese a más de una canasta. Pero nada. El Zaragoza, que hace tan solo unos días perdía por 31 puntos y venía de un verano ajetreado, se empecinó en darle una alegría a los cerca de 9.000 espectadores que se congregaron en el Pabellón Príncipe Felipe. Los
Yusta,
Okafor,
Cinciarini y compañía no bajaron el pistón y pudieron celebrar la primera victoria y, de paso, alcanzar las tres cifras anotadoras con el 100-92 final.
Varapalo para un Unicaja Málaga que
apenas tendrá tiempo para lamerse las heridas, cosas de la jornada intersemanal. Los verdes tendrán un duro duelo este sábado a partir de las 20:45 horas ante
Valencia Basket, un partido que deberá servir para recobrar las buenas sensaciones de la victoria ante Lenovo Tenerife y lo más importante: seguir haciendo del Martín Carpena todo un fortín.