“En barrio Centro de Málaga
las discotecas están debajo de nuestras casas. NO recomendables desde 1997”. Es el contundente mensaje que ha circulado por
redes sociales desde el
colectivo vecinal Centro Antiguo a raíz del
incendio mortal en tres discotecas de Murcia que ha dejado más de una decena de víctimas mortales. Un siniestro que ha hecho cundir la
preocupación entre unas vecinas y vecinos que llevan
décadas pidiendo que los locales de ocio nocturno por sus problemas se trasladen a un espacio más adecuado que los bajos de los edificios habitados.
Según señaló Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo a Viva Málaga, “evidentemente hay preocupación porque son locales que
tienen riesgos por sus características, por el
cableado y la instalación eléctrica o de sonido, el
material que puede arder y no es ignífugo, las
bebidas alcohólicas y la circunstancias en que ejercen su actividad”. Porque, pese a que hace 25 años se dejaron de dar licencias, los que ya la tenían,
no tienen las mejores circunstancias de seguridad, ni de salidas de emergencias o espacio suficiente.
Carrera señala que si en Murcia, donde se encontraban en unas naves aisladas ha pasado lo que ha pasado, “aquí,
en el Centro de Málaga, el riesgo es doble”, por lo que “al lamento por las posibles víctimas entre los clientes de las discotecas se uniría también el de los vecinos o los turistas en los edificios donde hay apartamentos turísticos”.
Por todo ello, Carrera ha defendido, que pese a que la normativa se cambió en 1997, pero respetando los locales que ya estaban, sin aplicarles las nuevas normas de seguridad o ruidos, en la actualidad es necesario plantear el
traslado de esos locales a zonas más alejadas y aisladas en Polígonos u otros espacios, como el Real de la Feria, donde ya hay discotecas temporalmente en casetas, “y su impacto es menor, porque no es lo mismo tenerla debajo del dormitorio de t vivienda”: donde se minimiza el riesgo, se evita el ruido, con sentencias que ya ha perdido el Ayuntamiento obligado a pa gar por el caso de
Plaza Mitjana, además de no tener que soportar las constantes
reyertas en las puertas de los locales.
Residentes y también turistas
Carrera considera que habría un beneficio para los residentes, “que
están siendo expulsados del Centro”, pero también para aquellos
turistas que “no vienen a emborracharse”, y que sufren en los apartamentos turísticos las mismas molestias que ellos, pero que además, se encargan de poner
reseñas negativas, al no poder ejercer tampoco su derecho al descanso, y que dan
mala imagen de Málaga a nivel internacional. Algo que provoca que el que se imponga, aunque se diga que no se quiere, es “el
turismo de juerga y de borrachera”.
Por no hablar, como también señala el presidente del colectivo vecinal, de los
padres que llevan a sus hijas e hijos a horas tempranas de la mañana a los
centros escolares y se encuentran con
espectáculos desagradables a las puertas de los locales que cierran entrada la mañana.
Carrera considera que este
“agravio y discriminación” que sufren los vecinos de la zona Centro debería eliminarse
incentivando el traslado de estos locales de ocio a otros lugares, donde no haya molestias para los residentes o los turistas, mediante
ayudas a traslados express o con incentivos o rebajas fiscales. De modo además, que los locales que cerraran por esta actividad en el Centro, no se ocupen de neuvo para esa misma actividad y puedan ser caferías o restaurantes.
Mientras tanto, las redes sociales ayer recogían mensajes claros como “las discotecas y pubs deberían estar en una zona específica en la que no molestaran a los vecinos ni fueran un foco de conflictos”; y otros menso amables que ponen el foco en los colectivos de la hostelería: “Bueno la asociación de empresarios de bares y tal es tan fuerte como las cofradías. Málaga es “asin””.