De mal en peor y sin buenas noticias a la vista. Sin previsión de lluvias, sigue bajando el nivel de los pantanos de Málaga. Los
embalses están al 15,98 por ciento de su capacidad en una situación de escasez severa y con este volumen de agua la
provincia solo podrá autoabastecer durante siete u ocho meses más. “Si no lloviera más o igual que el año pasado, solo hay garantía de agua hasta otoño, septiembre u octubre”, ha actualizado la concejala Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, apuntando que el agua es “solidaria”, por lo que
la capital “sigue ayudando a la Axarquía mandando 300 litros por segundo”.
A la espera de la aprobación del cuarto decreto de sequía de la Junta de Andalucía el lunes 29 de enero, el Ayuntamiento de la ciudad, a través de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa),
intensifica las medidas para ahorrar cada gota.
Se continúa trabajando en la bajada gradual de la presión del agua que se inyecta en las redes, para minimizar las fugas y moderar el consumo con la previsión de que se podría conseguir un ahorro del 20 por ciento, que podría alcanzar el 50 por ciento en algunas zonas donde la presión es mayor y las viviendas tienen menos altura. Esta medida
se ha implantado ya en el “20 por ciento de la ciudad” y se calcula que en los próximos “cuatro o cinco meses” se haya ejecutado en el cien por cien.
También se está
trabajando en la reparación de fugas. Hasta el momento se ha realizado una treintena actuaciones en distintas conducciones principales, entre las que destacan las acometidas en Blas de Lezo, Valle Inclán, Paseo Marítimo Ruiz Picasso, Alameda de Capuchinos, Simeón Giménez Reyna, Virgen del Pilar y Princesa. Antes de estas acciones en la capital
se “perdía un 23 por ciento de agua” y ahora “hemos reducido la pérdida hasta un 10 por ciento”. La regulación de las presiones, junto con la reparación de fugas, está dando “buenos resultados, por encima de lo esperado”, ha detallado el edil.
Como novedad, el Consistorio ha anunciado que
controlará a los grandes consumidores (industrias, centros comerciales, complejos deportivos, establecimientos hoteleros, entre otros),
para localizar de una forma más ágil y rápida cualquier fuga o incidencia que se pueda producir en sus conducciones interiores. Para ello, se van a instalar unos 1.200 dispositivos de telelectura en los contadores de estos clientes “sin ánimo sancionador”.
Los
cien mayores consumidores de Málaga gastan algo más del 8 por ciento de los 35,1 millones de metros cúbicos (2,9 millones de metros cúbicos), que el año pasado fueron facturados por Emasa a la totalidad de los 229.554 clientes que tiene entre domésticos, empresariales y oficiales.
Sobre la bajada de presión, desde Emasa se recomienda a las comunidades de propietarios que revisen los grupos de presión internos de los edificios para minimizar afectaciones y garantizar que el suministro llegue a todas las alturas en el supuesto de que en los próximos meses hubiera que proceder a una regulación aún mayor si siguiera sin llover.