‘Contra las agresiones tolerancia cero’. Bajo este lema, los sanitarios del Hospital Regional de Málaga
han ocupado las escaleras de la puerta pabellón B para denunciar el “aumento” de esta violencia contra el personal sanitario. Lo ocurrido el 29 de febrero es un reflejo de las situaciones a las que se enfrentan
casi a diario estos profesionales: Dos mujeres, madre e hija,
fueron detenidas por agredir física y verbalmente a un enfermero, dos técnicos auxiliares de enfermería y un celador del servicio de Urgencias.
Con esta última, en 2024, las paredes del Hospital Regional Universitario, ha informado su director gerente, José Antonio Ortega,
ya han vivido 17 agresiones, nueve físicas y ocho verbales; son casi dos agresiones a la semana.
“Preocupa” que se alcancen estas cifras en “tan poco tiempo”, en 2023 fueron 66 agresiones (23 físicas y 43 verbales) y “parece que este año hay un aumento de agresiones físicas”.
Lo que
“llama la atención” es el “cambio de actitud”, de salir a las ocho a aplaudir a los sanitarios por el “trabajo y el esfuerzo que estaban haciendo” durante la pandemia a pasar a “agredirles”: “
No tiene ninguna explicación. Tenemos que analizar como sociedad qué factores sociales influyen, pero la violencia no se puede justificar nunca”.
Los profesionales “estamos por y para ayudar a las personas que enferman” y
“no es de recibo que sean agredidos”. “No hay una sola causa”, las listas de espera, el colapso de los centros y la falta de personal “no justifican” la violencia. Desde el hospital, asegura Ortega, se está “haciendo un esfuerzo importante de seguridad” con botones antipánico en consultas y la “mejora” en todos los circuitos.