En el Centro de la capital, pero también en el Arrabal de Fontanalla, en Lagunillas, cada vez más, en Trinidad-Perchel, no hay una zona aledaña a La Almendra de Málaga donde no proliferen los famosos letreros AT que señalan que edificios completos han dejado de ser de los comunes para pasar a ser del turismo.
Y para corroborarlo están los datos aportados este jueves desde la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha advertido de que
el número de viviendas de uso turístico (VUT) en la capital y la provincia “ha crecido un 25% en los últimos 12 meses”, además de que estamos ante un fenómeno que
alcanza ya “al 94% de los municipios malagueños”.
La asociación consumerista ha señalado que, según datos del
Registro de Turismo de la Junta de Andalucía a los que ha tenido acceso, hay un
crecimiento exponencial en toda la provincia en el último año, como demuestra que
la ratio de viviendas de uso turísticos por hogar (teniendo en cuenta 2.5 persona por hogar como apunta el INE) supera el 10% en 10 municipios de la provincia: Benalmádena, Estepona, Frigiliana, Fuengirola, Manilva, Marbella, Mijas, Ojén, Torremolinos y Torrox.
Pero además, se da la circunstancia de que está
por encima del el 30% en los municipios de Benahavís, Nerja y Casares, y se dan casos como el de Benahavís, donde la oferta de plazas en viviendas de uso turístico, supera ya al número de habitantes.
En la
capital malagueña, por su parte, según los datos e la OCU,
el número de plazas ofertadas casi cuadruplica las plazas hoteleras. Y es que, en los últimos 12 meses,
se ha pasado de 8.883 viviendas de uso turístico a 11.550, siendo
el total de plazas ofertadas de VUT 59.912 frente a las 15.509 de hoteles.
Desde OCU lo tienen claro: “Consideramos que este aumento en el número de VUT
es uno de los factores que puede influir en el encarecimiento del precio de vivienda en Málaga, aunque no es el único, ni el principal”. Recuerdan que en marzo de
2024 el precio del alquiler en la capital subió un 16,5% anual, una cifra
por encima de la media nacional que se sitúa en 12,6% (según los precios de oferta del portal Idealista).
La asociación señala que además, “existe un claro desequilibrio entre una
demanda creciente de vivienda y una oferta menguante”, ya que, mientras que la población en la provincia creció un 6% entre el uno de enero de 2018 y el uno de enero de 2023, en ese último año,
apenas se visaron 7.684 nuevas viviendas, lo que supone un 12% menos que en 2022 y un 22% menos que en 2019.
OCU ha insistido a los ayuntamientos en “la
promoción de un parque público de vivienda en alquiler en sus municipios”.
Del mismo modo, y con el fin de incentivar el mercado de vivienda privada en alquiler, ven necesario
dar seguridad a los propietarios para que arrienden sus viviendas, garantizando la posibilidad de recuperarlas en un plazo razonable en caso de impago, daños o cualquier otro incumplimiento grave.
Por último, desde OCU han recordado el reciente Decreto 31/2024, de 29 de enero por el que se modifican diversas disposiciones en materia de viviendas de uso turístico en Andalucía, en lo que se refiere a que “
por razón imperiosa de interés general, podrán establecer limitaciones proporcionadas a dicha razón, en lo que respecta al número máximo de viviendas de uso turístico por edificio, sector, ámbito, periodos, áreas o zona. Dichas limitaciones deberán obedecer a criterios claros, inequívocos y objetivos”.
Como clave en este asunto, plantean la
zonificación, en la medida que los ayuntamientos limiten la implantación de VUT en aquellas zonas donde se aprecia un gran desequilibrio entre el número de éstas y el de residentes habituales, haciendo una planificación urbanística integral que contemple todas las necesidades y que incluya facilitar la oferta de vivienda necesaria y, eventualmente,
restringir la implantación de nuevas VUT en zonas saturadas.