Manuel Calvo, líder de la expedición
‘Desafío Ático’ ya advertía antes de marchar a Groenlandia en 7 Actualidad de 7 TV Málaga de la posibilidad de
constatar la pérdida de volumen y grosor de hielo en la zona y también la preocupación porque
el nuevo censo de perros groenlandeses dejara en evidencia la pérdida de ejemplares, que lo es también de un modo de vida. Y un poco de todo se ha traído al regresar esta misma semana desde aquellas tierras polares, aunque
parece que hay más luces que sombras.
La novena edición de esta siempre complicada travesía ha discurrido por el
mar de hielo de Groenlandia en un viaje los ha llevado desde
Qaanaaq, la ciudad más al norte de la isla, pasando por las regiones despobladas del mar de hielo,
hasta Neqe, uno de los antiguos asentamientos en el mar de hielo.
Una travesía, de
más de 400 kilómetros que ha servido para repetir el censo de perros groenlandeses y constatar que,
aunque su número se mantiene, hay espacio para el optimismo.
Calvo ha precisado los datos obtenidos tras esta aventura:
“Oficialmente, existen más perros en Qaanaaq, pero es, sobre todo, porque la gente de los pueblos de alrededor ha migrado a la ciudad. En términos absolutos, se ha podido comprobar que hay los mismos perros groenlandeses”. Esta
migración es debida, sobre todo, al
debilitamiento del hielo que cubre el mar durante todo el año. Este hielo es
cada vez más escaso y más fino, lo que
imposibilita la caza y los viajes durante muchos meses al año.
Ese es el
gran problema. Según el expedicionario, “
hace veinte años, el hielo llegaba a superar los 2 metros de profundidad. Los cazadores tenían que meterse dentro de los agujeros para cavar. Hoy en día, son raros los puntos en los que se supera el medio metro de espesor.
Por ello, los perros que antes pasaban nueve meses en el hielo, ahora se ven limitados a tres o cuatro meses efectivos, algo que dificulta a los cazadores Inuit poder mantenerlos.
“Hoy en día, el retroceso de los glaciares y el grosor del hielo se controla con satélites, pero lo que no se puede medir con estos dispositivos es cómo el cambio climático está afectando directamente a la vida de la gente, sus animales y su relación con el medio: eso sólo lo sabemos los que venimos aquí”, lamenta Calvo
.
Se ha cumplido así, con uno de los principales propósitos de la expedición que pasaba por
“visibilizar el riesgo para actuar y hacerle frente”. De este modo, aseguran que la raza de perro groenlandés “se encuentra en una encrucijada, y
es capital responder lo antes posible para evitar que se pierda, pero hay margen de actuación”, para lo que consideran fundamentales los
proyectos de divulgación como este”, que “ayudan enormemente a
que la causa del cambio climático sea abrazada por la sociedad en su conjunto”.
Acompañados de los cuatro
cazadores Inuit Ilanguaq Kaerngaq,
Adolf Simigaq,
Ijaja Alataq y
Mark Hansen, el equipo ha tenido que luchar contra una
climatología adversa y múltiples peligros, el más importante las grietas en el hielo marino.
“Esta vez se ha quedado en un susto, pero hemos vivido situaciones muy complicadas debido a unas condiciones meteorológicas desconocidas en estas fechas, incluso por los propios inuits(los habitantes indígenas de la zona)”, ha explicado Calvo que lo considera “
otra muestra más del impacto que el calentamiento global está teniendo en una región tan delicada como el norte de Groenlandia”.
Pero lo dicho, ha habido también luces como el hecho de que en esta edición, además, ha sido posible que los exploradores hayan logrado cumplir con la otra misión capital para Desafío Ártico: encontrar el emplazamiento ideal en el que ubicar la
Base Española de Investigación en el Ártico para la Fundación Polar Española.
El lugar elegido ha sido
Neqe, un
pueblo abandonado que se utiliza como zona de descanso por algunos cazadores en sus travesías, que lo convierte en “el emplazamiento perfecto” porque
reúne en sus alrededores a toda la fauna ártica, con un fácil acceso a agua potable y junto a un glaciar que permite estudiar las condiciones del deshielo directamente.
Por último, otro de los puntos clave de la expedición ha sido la
realización de una película documental para alertar del peligro de extinción del perro groenlandés y que, a través de este ejemplo,
ayude a concienciar a toda España de la realidad del cambio climático y a posicionarnos como un país de referencia en esta lucha que afecta al mundo entero.
Este documental, grabado
por el documentalista ROC, será narrado y presentado por
Lethal Crysis, un montaje que hará que las experiencias compartidas en el Círculo Polar Ártico sirvan para educar sobre los problemas del cambio climático.
La “Operación Perros del Hielo”, impulsada por la Fundación DingoNatura y la Asociación MaratónDog. Por parte de la primera, su presidenta, Ana Chinarro, ha asegurado que “nos llena de orgullo poder
contribuir a la preservación de nuestro planeta a través de este tipo de iniciativas, que nos permiten seguir con la labor pedagógica que venimos ejerciendo desde la Fundación y que con el proyecto Desafío Ártico nos ha permitido llegar a más de 300 colegios en toda España”
.