Estopa está disfrutando de la celebración de su 25 aniversario llevando su cachondeo y arte (como siempre ha sido) a todas las partes de España. David y José han tenido la cualidad, desde que comenzaron a despuntar, de abarrotar cada uno de los lugares por los que pasan.
Alicante, Murcia, Granada, Gijón, Chiclana de la Frontera habían disfrutado ya de la que está siendo, probablemente, la gira más especial de todas sus carreras. Este sábado le tocó el turno a Fuengirola y su esplendoroso Marenostrum.
17.000 personas se dieron cita a los pies del Castillo Sohail para hacer disfrutar a la sociedad malagueña de todo su arte. Todo un clásico como 'Tu Calorro' hizo que los asistentes, ya sofocados por el intenso bochorno, entrasen en calor.
Llegó el momento de las palabras y David solo las tuvo de admiración: "Muy buenas noches, Fuengirola, no sabía que esto era tan bonito, muchas gracias a todos por venir, no sabía que esto era tan bonito".
Himnos como 'Cacho a cacho', 'Vacaciones' o 'Cuando amanece' dieron ritmo a la noche. La balada 'Tragicomedia' conllevó uno de los momentos más emocionantes de todo el concierto, con su ritmo acompasado y letra sentida.
Y es que la noche dio mucho de sí. Hubo tiempo de ver la recreación de un muro que simulaba aquel en el que echaban las tardes los hermanos Muñoz en Cornellà, soñando con salir algún día de la fábrica en la que trabajaban y triunfar en el mundo de la música.
Una de las situaciones más surrealistas se vivió cuando apareció sobre el escenario un vetusto Seat Panda rojo. Dio mucho juego, el cual desembocó, como no podía ser de otro modo, en 'La Raja de tu Falda'. El guiño al Málaga CF tampoco faltó, con el batería poniéndose la elástica blanquiazul.
Cada canción, cada compás, era otro paso hacia un final que nadie quería que llegase. Una de sus últimas canciones fue la que, en opinión de un servidor, es la más bonita: 'Ojitos Rojos'. Todo, para terminar partiéndose la camisa como Camarón antes de dar paso un sinfín de aplausos y palabras de agradecimiento. 25 años y siguen hechos unos chavales. ¡Larga vida a los Estopa!
