Un retrato al óleo realizado por Edgar Degas y en el que se puede contemplar a su hermana Marguerite abre el recorrido de 'Once obras invitadas', la tercera y última exposición organizada por el Museo Picasso Málaga (MPM) para celebrar su décimo aniversario.
La muestra ha sido presentada este viernes, fecha en la que se conmemora el nacimiento del pintor, por el director artístico del MPM, José Lebrero; el delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, y el director general de Instituciones Museísticas, Acción Cultural y Promoción del Arte, Sebastián Rueda.
El MPM quiere así rendir homenaje a "la familia intelectual" de Pablo Ruiz Picasso, es decir, a aquellos creadores que le influyeron de alguna forma durante su trayectoria, y muy especialmente durante su vida en Francia, "pues sobre todo fue durante este periodo cuando se relacionó con ellos, donde mejor conoció su trabajo, donde tuvo posibilidad de contemplarlo directamente en sus museos y en los talleres de los propios artistas".
Así, 'Once obras invitadas' se entrelaza con la colección permanente que reúne los trabajos del pintor malagueño, estableciendo vínculos entre las obras de Picasso y las de los demás artistas. En su conjunto, la muestra constituye una propuesta abierta, que ofrece al espectador claves y datos concretos sobre los creadores expuestos.
Cézanne, Courbet, Degas, Gris, González, Ingres, Manet, Matisse, Renoir, Rodin y el taller de Fidias son los artistas invitados. Durante los próximos cuatro meses se podrá visitar esta muestra que refleja las influencias, afinidades y proximidades del trabajo de Picasso con el de estos grandes artistas, que, cada uno a su modo, constituyeron una referencia a lo largo de su trayectoria.
El director del MPM ha señalado que la exposición "destaca la importancia que tuvo París para Picasso". Por su parte, Ruiz Espejo ha recordado que durante estos 10 años la pinacoteca ha sido visitada por 3,3 millones de personas, lo que supone una media anual de 350.000 visitantes.
OBRAS 'INVITADAS'
La propuesta del MPM incluye en la Sala II un vaciado en yeso representando a Démeter, la diosa madre de los griegos, que, a partir de una escultura del taller de Fidias en el siglo V antes de Cristo, hace referencia a las influencias del arte grecorromano en Picasso.
Auguste Rodin es el artista invitado en la Sala III, con una escultura en bronce titulada 'El hombre de la nariz rota' (1865), que es mostrado junto al 'Picador de la nariz rota' (1903), de Picasso.
Mientras que en la Sala IV, un bodegón pintado en 1925 por Juan Gris se yuxtapone a las obras picassianas de la aventura cubista. Ya en la Sala V, 'Odalisca con bombachos rojos', de Henri Matisse, se reclina sobre un ornamental fondo.
