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Sábado 16/11/2024
 
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Málaga

El estudio del pintor Dámaso Ruano se convierte en una sala de exposiciones con más de 500 obras

Su primera exposición data de principios de los años 60 en su Tetuán natal

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El estudio del pintor Dámaso Ruano, que nació en Tetuán pero que lleva en Málaga más de cinco décadas, se ha convertido en una sala de exposiciones que reúne entre 500 y 600 obras de este artista del abstracto, nombrado Hijo Adoptivo y al que el Ayuntamiento de la capital le ha concedido la Medalla de la Ciudad, distinción pendiente de recibir.

   Dámaso Ruano dejó de pintar hace unos cinco años al caer enfermo pero su estudio guarda verdaderas joyas que su mujer y sus hijos quieren que se conozcan. Por ello, han ordenado la estancia inspiradora de este artista, en el malagueño barrio de El Palo, y han encontrado pinturas inéditas que incluso a ellos les han sorprendido gratamente.

   Su primera exposición data de principios de los años 60 en su Tetuán natal. Luego llegó a Málaga, ciudad de la que nunca se fue y que proporcionó a este creador una inspiración que se ha traducido en un extenso legado que hoy puede verse en el 'art-room' situado en el 7C del número 1 de la calle Carlomagno.

   Aquellos que pasen por él tendrán la oportunidad de ver la obra de Dámaso Ruano y apreciar también las creaciones de Pablo, uno de sus hijos, que ha heredado su amor por la pintura y plasma en zapatillas deportivas todo aquello que le propongan.

   Pablo Ruano ha señalado a Europa Press que la obra de su padre es "espectacular" y que en su extensa creación hay muchas obras que no están ni enmarcadas. Hay obras de gran formato, que son "muy complicadas de vender" y otras más asequibles, disponibles a partir de unos 150 euros.

   La familia no niega que su deseo sería que Dámaso Ruano tuviera un museo en Málaga. Su prolija obra y su amor a la ciudad serían motivos suficientes para ello. Hasta ahora sus creaciones se han mostrado en varias ocasiones en el MUPAM y aunque su hijo Pablo asegura que es "complicado" contar con el museo, añade que lo van a intentar.

   La situación de crisis económica provoca, según Pablo Ruano, que la venta de arte esté "a la cola"; no obstante, son muchos los clientes de su padre interesados por seguir contando con cuadros de Dámaso Ruano, entre cuya creación hay mucho abstracto, pinturas figurativas, bodegones abstractos y también muchos dibujos.

   Precisamente, estos dibujos están despertando mucho interés no solo entre los clientes habituales sino en algunos más jóvenes que están descubriendo la obra de este pintor malagueño de adopción gracias a la difusión que su hijo Pablo está haciendo en las redes sociales.

DAR A CONOCER SU OBRA EN FACEBOOK

   Así, se ha creado una página de Facebook con el nombre de Dámaso Ruano en la que se pueden apreciar muchas de las obras que están en el 'art-room' y que dan una idea de quién es este creador, que se erigió como una figura esencial en la renovación plástica española de la segunda mitad del siglo XX en Málaga. El artista realizó sus estudios en Madrid hasta 1958, año en el que regresó a Tetuán en donde realizó su primera exposición en 1962.

   En 1969 se instaló en Málaga, y a partir de 1979 comenzó a participar en diversas exposiciones, tanto a nivel nacional como internacional, donde expuso su particular técnica del collage, a través de trozos de papel rasgado. Entre otras técnicas, el creador ha explorado el espacio y la geometría, y ha trabajado el grabado, a lo largo de toda su producción artística compuesta por más de 700 obras y 400 piezas sobre papel.

   A lo largo de su obra, se pueden observar una serie de pautas como el protagonismo de la textura, el uso del collage, el empleo de rasgaduras y la abstracción del paisaje. Una trayectoria fecunda y fértil que le valió también un reconocimiento de la Junta de Andalucía con motivo del Día de la Comunidad.

   Asimismo, Ruano posee una calle en la capital malagueña con su nombre, pero además, su obra forma parte del paisaje de Málaga y provincia, desde hace décadas. Entre sus producciones destacan su colorida intervención en la plaza Juan de Austria, la fachada de la Iglesia de Parcemasa, así como el estanque en el Parque del Oeste y los murales que realizó en San Pedro Alcántara, en Marbella, con motivo de la Rider Cup.

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