La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga tiene previsto terminar este lunes, 17 de noviembre, el juicio que se celebra contra dos hombres, acusados de abusar de cinco mujeres, a las que, supuestamente, suministraron en las bebidas drogas o sustancias que les provocaron la anulación de su voluntad y la pérdida total de memoria.
La vista oral comenzó la pasada semana y ya declararon los procesados y cuatro víctimas, quienes mantuvieron sus versiones. Para este lunes está previsto que acudan dos testigos y tendrán lugar las conclusiones definitivas y los informes finales de las partes. La Fiscalía solicita inicialmente para cada uno 18 años de prisión por varios delitos de abusos sexuales.
El ministerio público sostiene por el momento que los procesados coincidieron en junio de 2012 en una barbacoa en un chalé de unos amigos con dos de las víctimas y, tras pasar el día juntos, les ofrecieron una bebida, "en la que introdujeron una sustancia no determinada con la intención de doblegar su voluntad a sus actos libidinosos".
A raíz de esto, ambas "perdieron el control de sus actos y la conciencia de la realidad". En noviembre del mismo año, señala la acusación fiscal, uno de los acusados conoció a otra víctima y, pese a tener relaciones sexuales consentidas, un día de febrero de 2013 "procedió a suministrarle a escondidas en la bebida una sustancia que anuló la voluntad", tras lo que, supuestamente, "abusó" de ella.
Asimismo, contactó con otra víctima a la que conocía y la invitó a su casa, diciéndole que trajera a una amiga. Así, el fiscal sostiene que los acusados suministraron "alguna sustancia estupefaciente" en las bebidas alcohólicas, lo que hizo que "ambas perdieran el sentido durante la madrugada", al menos durante unas cuatro horas, en las que, presuntamente, abusaron de ellas.
Por los síntomas, según sostiene la acusación pública, las sustancias utilizadas pueden ser algún medicamento para los trastornos de ansiedad que, mezclados con alcohol, producen esos efectos de sedación, fatiga, trastornos amnésicos, o escopolamina, también conocida como 'burundanga', que "inhibe la voluntad de la víctima" y produce "fácil manipulación" y pérdida de memoria.
La Fiscalía acusa a cada procesado de tres delitos de abuso sexual, uno de ellos sin acceso carnal, por los que pide 18 años de prisión. Además, a uno de los hombres le achaca también un delito de falsedad documental, por tener una placa de vado alterada, y otro de tenencia ilícita de armas, solicitando por éstos otros tres años y medio de cárcel.
De igual modo, insta a que se imponga la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 300 metros y comunicar con ellas durante ocho años y libertad vigilada por el mismo tiempo a ejecutar con posterioridad al cumplimiento de la pena de prisión. También se pide que indemnicen a las mujeres con 10.000 o 4.000 euros, según los casos, por el daño moral.
