El Mercado de la Merced echa la persiana pero, tras casi 30 años abierto, lo hará solo de forma temporal. Para iniciar las demandadas obras por los comerciantes, los 17 que aún quedan en el céntrico espacio, que lo transformarán en un mercado gourmet, un espacio que aúne gastronomía y cultura y que repunte las ventas que han visto descender en picado en los últimos años.
Este jueves aún quedaban tenderos rezagados recogiendo sus últimas cosas. En sus rostros, una mezcla de sensaciones, entre tristeza e ilusión, y un pellizco de incertidumbre por el futuro.
Con la mente ya en las merecidas vacaciones que tendrán los próximos meses de obra en el mercado, aún queda pendiente la compensación que el Ayuntamiento les otorgue por el cierre de sus puestos. Aún hoy clientes fieles, como María, se paseaban por él. Ahora admite no saber dónde hará sus compras en los próximos días aunque pide que el cambio sea para mejor.