“He tardado una hora en llegar”, “hemos estado media hora parados a la altura de Cortijo Jurado”, “pierdo hora y media cada día en ir y venir”. Son algunos de los comentarios cotidianos que a la hora del desayuno se pueden escuchar en el Parque Tecnológico de Andalucía, al que se desplazan a diario más de 15.000 trabajadores, una cifra que podría crecer a tenor de los planes de expansión previstos. “Los accesos son horribles, los viernes acabo a las tres y tardo media hora sólo en conseguir salir del parque”, nos dice otra empleada. Atascos y caravanas se han convertido en una parte más de sus vidas.
Entre los encuestados muchos abogan porque las empresas favorezcan la flexibilidad horaria de forma que no todos entren y salgan en las mismas franjas de horas puntas. En el avivado debate entre Cercanías o Metro como remedio a los malos, la mayoría de consultados se decanta por el metro. Aunque lois hay que insisten en mejorar el transporte público que ya existe. “El 25 tarda más de 45 minutos en venir y acabaron con el 25 express”, lamentan.
Junto al colapso cotidiano, la búsqueda de aparcamiento es otro de los lastres de trabajar aquí. “Algunos tenemos suerte y tenemos plaza de parking, si no, tienes que pagar”, dice uno. “Hasta para venir a trabajar tenemos que pagar”, critica otra. Las grandes cuentas pendientes de una zona que aún puede brillar más.