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Sábado 16/11/2024
 
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Málaga

“Me niego a que se enseñe a los niños a matar”

La presidenta de la Protectora de Animales, Carmen Manzano, escribe sobre el Certamen Doctor Juan Pedro de Luna de este fin de semana en La Malagueta.

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  • La Malagueta

“Me niego a subvencionar muerte y dolor, me niego a que mis impuestos no se destinen a ayudar, me niego a que lo que a muchos españoles y a mí, nos cuesta ganar, se despilfarre en espectáculos sangrientos, me niego a que se enseñe a los niños a matar”, asegura Carmen Manzano, presidenta de la Protectora de Animales de Málaga, en una carta en la que denuncia el VII Certamen Doctor Juan Pedro de Luna que este fin de semana celebró la Plaza de Toros de la Malagueta, con la participación de las escuelas taurina de Málaga, Madrid y Cataluña.

No puedo entender que nadie disfrute matando, pero cuando esas muertes las provocan niños y matan becerros, siento que la Tierra es un lugar hostil para la vida

“No puedo entender que nadie disfrute matando, pero cuando esas muertes las provocan niños y matan becerros, siento que la Tierra es un lugar hostil para la vida”, explica. El certamen, celebrado con dos festejos, contaba con entrada gratuita y cerraba la temporada taurina en la Malagueta. En la misiva, Manza pide responsabilidades a “quienes convierten el dinero público en muerte, a los que se lucran de tanta barbarie”. “El valor no está en torear y matar”, explica, instando a una “objeción de conciencia”, para financiar espectáculos “de muerte y sangre”.

Ésta su carta completa: 

TARDES DE JUEGOS EN LA MALAGUETA

Podría ser el titular de un relato para niños, pero desgraciadamente, se trata de tortura y maltrato financiado con dinero público.

Ayer, tarde de sábado otoñal, y en una plaza prácticamente vacía, aunque las entradas eran gratuitas, porque las costeábamos TODOS LOS ESPAÑOLES, con dinero de nuestros impuestos, varios niños se dedicaban a torturar y matar becerros; becerros de apenas el tamaño de un mastín grande, becerros asustados que berreaban llamando a una madre lejana y triste, acostumbrada a que le quitasen sus hijos en loor de una extraña y cruel tradición que llamaban arte y cultura.

Pena y dolor por esos animales torturados, pena y dolor por sus muertes crueles.

Pena y dolor por esos niños equivocados, por esos padres incapaces de enseñar respeto y amor hacia la vida.

Quisiera por un momento ser capaz de entender lo que sienten esos pobres niños cuando ven a un becerro asustado y herido, caído en la arena, esa arena alimentada con tanta sangre, esperando que el estoque mortal acabe con su corta vida. Qué les lleva a matar a un ser indefenso, lleno de pinchazos? Qué sienten cuando clavan ese estoque en la carne joven del becerro? Son capaces de no ver sus ojos? Son capaces de privar del sol y de la vida a un cachorro tan joven y con tantas ganas de vivir como tienen ellos?

No puedo entender que nadie disfrute matando, pero cuando esas muertes las provocan niños y matan becerros, siento que la Tierra es un lugar hostil para la vida, que la hemos profanado con tanta sangre, miedo, crueldad y muerte, que algún día, no muy lejano, nos devolverá tanta maldad.

Y por otra parte, ME NIEGO a subvencionar muerte y dolor, ME NIEGO a que mis impuestos no se destinen a ayudar, ME NIEGO a que lo que a muchos españoles y a mí, nos cuesta tanto ganar, se despilfarre en espectáculos sangrientos, ME NIEGO a que se enseñe a los niños a matar.

Pido responsabilidades a quienes convierten el dinero público en muerte, pido responsabilidades a los que se lucran de tanta barbarie y pido que se reeduque a esos niños y se les enseñen valores: el valor no está en torear y matar, el famoso valor de los toreros, el valor es ser una persona buena, y cuando digo buena, digo respeto, amor, comprensión, solidaridad, entrega y compromiso hacia todos los seres vivos que pueblan esta pobre Tierra.

Y una petición: igual que existía la famosa “objeción de conciencia” para el servicio militar, pido objeción de conciencia para financiar cualquier espectáculo que signifique muerte, dolor, sangre, hiera o humille a un animal: quiero ser objetora de conciencia! Mi conciencia no me permite financiar tanta muerte y dolor.

PIDO LA OBJECION DE CONCIENCIA

Carmen Manzano Rodriguez

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