Dicen que la unión hace la fuerza, una máxima que el Bosque Urbano Málaga sacará a pasear la tarde del próximo 23 de noviembre, en la Plaza de la Marina, cuando respaldado por más de una veintena de colectivos sociales, sindicales y políticos, reivindicará una vez más un gran pulmón verde para la avenida Juan XXIII, la zona más densamente poblada de Málaga, allí donde el verdor brilla por su ausencia y los matojos secos campan a sus anchas.
La plataforma ciudadana, que ha reunido cerca de 40.000 firmas en Change.org y a pie de calle, ha buscado apoyos para reivindicar la convocatoria de la prometida consulta popular, aprobada en pleno y resucitada en la última sesión por los grupos de izquierda en la oposición. La Federación de Vecinos Unidad y Solidaridad, los sindicatos CCOO y UGT, el Colegio de Geógrafos, la organización de consumidores Facua, colectivos ‘verdes’ como Ecologistas en Acción’, WWF o Arba, entre otros, y los grupos Partido Socialista, Málaga Ahora y Málaga para la Gente defenderán la necesidad de que los vecinos decidan el futuro de los antiguos terrenos de Repsol convencidos por la bondad y necesidad de la idea que defienden.
Un espacio para el que el Partido Popular planea tres grandes torres y un parque de 133.000 metros cuadrados o Ciudadanos apuesta por una opción intermedia donde ladrillo y bosque convivan a partes iguales. Mientras muchos reivindican que se trata de la última oportunidad para la ciudad para crear oxígeno o inciden en que gracias a BUM resurge una vieja aspiración del Plan General de hace décadas, el colectivo, que este lunes celebró la primera reunión de la mesa ciudadana para diseñar su hoja de ruta, ha asumido que solo la reivindicación en la calle logrará cambiar de planes a los populares. Habrá que esperar al 23-N para conocer la respuesta de los malagueños.
