El entrenador de fútbol acusado de delitos sexuales a trece menores
aprovechando su influencia como técnico sobre los jugadores alevines y cadetes que entrenaba ha sido condenado a treinta años y once meses de prisión por la Audiencia Provincia de Málaga.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe y que consta de 119 folios, se condena al acusado por delitos continuados de exhibicionismo y provocación sexual de menores, delitos de abuso sexual, embaucamiento sexual y delitos intentados de hacer participar a un menor en un comportamiento sexual que le perjudique.
Al entrenador, que estuvo trabajando veinte años con menores en diversos banquillos de la provincia, también se le inhabilita para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto con menores durante veinte años y se le
prohíbe acercarse a las víctimas durante veinticinco años.
Además se le impone una pena de
libertad vigilada durante ocho años que tendrá que cumplir con posterioridad a la pena privativa de libertad impuesta.
Asimismo, se le
condena a indemnizar a las víctimas, declarando responsables civiles subsidiarios al Málaga Club de Fútbol y al Alhaurín.
El tribunal considera probado que el procesado llevó a cabo, "intencionada y conscientemente" conversaciones de contenido sexual por teléfono con los menores, además de
tocamientos y otras prácticas para satisfacer sus instintos sexuales.
Los hechos tuvieron lugar entre 2011 y 2016 cuando el procesado tenía de 39 a 44 años y aprovechó su condición de entrenador, de segundo entrenador y de utillero o encargado del material deportivo.
El encausado ejerció estas funciones en el Málaga Club de Fútbol en los años 2011, 2012 y 2014; en el equipo del San Félix, filial del Málaga, en 2014 y en Club de Fútbol Alhaurín de la Torre en 2016.
El tribunal explica en el fallo que pese a que condena al acusado a treinta años y once meses se tiene que aplicar lo dispuesto en el artículo 76 del Código Penal, "que el máximo cumplimiento no exceda 20 años", por lo que se extinguen los restantes diez años y once meses impuestos.
En el fallo se le condena por cinco delitos de abuso sexual, tres de ellos sobre la misma víctima, y los jugadores tendrán que ser indemnizados con una suma total de 54.000 euros, en función de los daños morales sufridos.
La Fiscalía malagueña siempre ha mantenido que los menores afectados fueron 25 pero la Sala considera que no han quedado probado los hechos respecto a doce menores, sobre todo por la inexistencia del material que se le imputa y que supuestamente envió a los teléfonos móviles de los menores.
Debido a ello ha sido absuelto de delitos de abuso sexual, embaucamiento sexual, exhibicionismo y provocación sexual a esos menores.
El acusado permanece
en prisión desde el 2 de diciembre de 2016 tras ser detenido en Málaga.
Durante el juicio su abogado, Agustín Martínez Becerra, pidió la absolución al negar todos los delitos aunque reconoció que quizás su cliente mantuvo algunas conversaciones no apropiadas con menores.