La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha decidido cerrar el centro de evacuación de mayores Arunda, una residencia habilitada el pasado mes de abril como refuerzo para acoger a aquellos mayores cuyos centros presentaran una alta tasa de contagios por COVID-19 y no contaran con la posibilidad de establecer las oportunas medidas de aislamiento preventivo.
En el mes en que la residencia ha permanecido abierta en el antiguo colegio mayor Arunda de Málaga capital la ocupación habitual ha variado casi diariamente rondando la docena de mayores, alcanzado un pico máximo de 25 personas, que ha ido disminuyendo hasta llegar a dos personas. Esto ha hecho que Salud estime innecesario que permanezca abierta de momento, si bien se mantendrá la infraestructura en previsión de un repunte o un rebrote de la enfermedad.
Durante estas semanas la Junta de Andalucía, a través de la Red de Enfermeras Gestoras de Casos, con el apoyo de las enfermeras de familia, ha realizado un seguimiento diario, incluido fines de semana, de la totalidad de los centros residenciales de mayores y de discapacidad con el fin de controlar el avance de la enfermedad y establecer las medidas oportunas para evitar los contagios, han precisado desde la Junta de Andalucía.
Asimismo, se ha activado la atención médica presencial procedente de centros de salud, de urgencias o de servicios especializados hospitalarios en aquellos casos que, por su complejidad o condiciones clínicas, lo hayan requerido, como ha sido el caso de pacientes en situación de cronicidad compleja y que hayan presentado agravamiento, pacientes con agravamiento de síntomas por COVID-19, o pacientes en situación de cuidados paliativos que presenten empeoramiento.
Igualmente, han añadido que, para controlar la pandemia, se han realizado test rápidos tanto a residentes como a los trabajadores de las residencias, habiéndose facilitado a Málaga un total de 44.500 test.