¿Te has preguntado alguna vez qué hacíamos antes de que tuviéramos SmartPhones en situaciones tan cotidianas como esperar en el médico o cuando viajamos en metro? ¿Te acuerdas? nosotros tampoco. Mucho hay que pensar para imaginarse sin teléfono móvil pero antes de tener SmartPhone también teníamos conversaciones largas, y estábamos comunicados para asistir a cualquier evento.
Ya es habitual quedar con amigos en un bar y ver como poco a poco van sacando sus teléfonos móviles para mirar si tienen algo pendiente. Los datos hablan por si solos… Uno de cada tres menores de 24 años se considera adicto al móvil y hasta tres de cada cuatro afirma que no sería capaz de vivir sin él. El número de horas pegados a la pantalla va en aumento, de media estamos 3 horas al día, 24 minutos más que el año pasado.
A nivel geográfico también encontramos diferencias: los madrileños, los canarios y murcianos son los que más tiempo pasan con su teléfono mientras que los extremeños y aragoneses son los que menos. A la hora de reconocer la adicción los asturianos y los manchegos son los más conscientes mientras que los canarios los que menos.
En los últimos años se ha diagnosticado este trastorno como ‘nomofobia’, se define como la ansiedad que crea no tener cerca un dispositivo móvil para poder estar comunicado. Parece prehistórico pero hace no tantos años nos aprendíamos los teléfonos de nuestros familiares y amigos de memoria para poder llamar desde una cabina en cualquier situación.
Volver a esa época es imposible pero es importante marcarse los límites para que no nos provoque daños en nuestra salud, ahora pregúntate….¿Volverías a casa a recoger el móvil si se te hubiera olvidado?