"Soy firme en mi resolución, tenemos que liberarnos de la actual situación. Pelearé. Pelearemos. Me ofrezco como candidata a presidenta en 2022"
La vicepresidenta de Filipinas, Leni Robredo, una de las voces más críticas contra las políticas del actual jefe de Estado, Rodrigo Duterte, confirmó este jueves su candidatura para los comicios presidenciales del próximo año.
"Soy firme en mi resolución, tenemos que liberarnos de la actual situación. Pelearé. Pelearemos. Me ofrezco como candidata a presidenta en las elecciones de 2022", dijo Robredo en una alocución televisiva pronunciada antes de formalizar su candidatura.
La vicepresidenta, percibida como la única oposición real a Duterte, afirmó que es la hora de dejar atrás "las políticas viejas y podridas" que no permiten a los filipinos traer ellos mismos el cambio.
"Derrotemos las políticas viejas y podridas. Restauremos el poder de los filipinos de la calle para traer el cambio. Sé que muchos de vosotros habéis estado trabajando para este objetivo en los últimos meses. Puedo sentir que confiáis en mí. Dejadme decirlo ahora: también tengo completa confianza en vosotros", dijo Robledo en tagalo.
Robredo se enfrentará, entre otros, a Bongbong Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, a la leyenda del boxeo Manny Pacquiao, al alcalde de Manila, Francisco Domagoso (conocido como Isko Moreno) y quizá a la gran favorita en los sondeos, Sara Duterte, la hija del actual presidente, que por el momento se resiste a confirmar su candidatura.
Robredo no entró en la política filipina hasta la muerte en 2012 en un accidente de avión de su marido, Jese Robredo, por entonces secretario de Interior bajo la presidencia de Benigno Aquino.
Antes de convertirse en congresista en 2013 y en vicepresidenta en 2016, Robredo destacó por su activismo en la defensa de los derechos humanos y su trabajo como abogada de oficio para comunidades rurales sin acceso a servicios legales.
Robredo ya derrotó en 2016 a uno de sus máximos rivales en las elecciones, Bongbong Marcos, al arrebatarle por unos miles de votos la vicepresidencia del país, una posición que ha usado para convertirse en la principal figura opositora de Duterte en asuntos como su sangrienta guerra contra las drogas o el acercamiento a China.