La investigación comenzó el pasado 10 de noviembre cuando la Policía alemana detectó en un aeropuerto de su país un paquete procedente de un país centroamericano que contenía un cañón para una pistola marca Derringer, de calibre 22, y cuyo destinatario era un ciudadano español vecino de Gijón.
A través de la embajada de Alemania en España, se informó de la interceptación del paquete y se remitió la información a la Guardia Civil al tener esta la competencia en materia de armas y explosivos.
La Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón inició una investigación sobre el destinatario de dicho paquete postal.
Las pesquisas permitieron constatar que el arrestado, cuyas identidad responde a las iniciales O.M.B., tenía legalizada a su nombre como arma inutilizada una pistola de la misma marca y calibre que el cañón que se enviaba.
La policía alemana entregó a la Guardia Civil de Gijón el paquete y el instituto armado, con la correspondiente autorización judicial, procedió a su supuesta entrega “vigilada” el 9 de diciembre, momento que aprovecharon para llevar a cabo la detención.
Se registró la vivienda y los trasteros del detenido, en donde se hallaron 71 armas de fuego entre cortas y largas de diversas marcas y calibres, 18 de las cuales se encontraban inutilizadas.
Entre ellas, había un subfusil ametrallador en perfecto estado de funcionamiento y dos escopetas con los cañones recortados. Asimismo, se incautaron 28 cañones de pistola sin numeración, un cañón ametralladora, armazones de revolver y pistola, etc.