"Boquear el Parlamento para votar 'Ius scholae' y liberar las drogas va en contra de los intereses del país", explicó
El líder de la Liga, el ultraderechista Matteo Salvini, aseguró hoy que retirar el apoyo al Gobierno de Mario Draghi es lo último que le gustaría hacer, pero tildó de provocaciones las decisiones del Partido Demócrata (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), sus aliados en la coalición gubernamental.
El malestar de la Liga reside en las decisiones del PD y el M5S de aprobar proyectos de ley para legalizar el cannabis y para introducir la llamada "Ius scholae", una medida para dar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes que lleven cinco años estudiando en el país.
"Boquear el Parlamento para votar 'Ius scholae' y liberar las drogas va en contra de los intereses del país", explicó Salvini en una entrevista publicada hoy en el "Corriere della Sera".
"Hemos sido responsables hasta ahora: desde la guerra hasta la pandemia y la reforma fiscal, mientras afirmamos nuestras posiciones. La dialéctica es la sal de la democracia. Sin embargo, no podemos aceptar un forzamiento que corre el riesgo de dañar a Italia y a los italianos", advirtió.
El líder del M5S y exprimer ministro, Giuseppe Conte, por su parte, había denunciado este miércoles que Draghi había pedido su cabeza durante una conversación telefónica con el fundador del partido, Beppe Grillo.
Posteriormente Conte se reunió durante más de una hora con el presidente de la República, Sergio Mattarella, lo que desencadenó las alarmas sobre una posible salida del M5S del Ejecutivo.
Draghi aseguró ayer en una comparecencia con los periodistas durante cumbre de la OTAN en Madrid que ya había hablado con Conte y que volvería a hacerlo hoy para reunirse "lo antes posible", mientras que fuentes gubernamentales negaron que el primer ministro hubiese pedido que retirasen al líder del M5S.
Todo ello parece hacer tambalear el Gobierno de Draghi, que anoche abandonó la cumbre de la Alianza Atlántica en la capital de España para presidir hoy un Consejo de Ministros en el que se prevé aprobar medidas para mitigar los precios de la energía, mientras intenta mediar con sus aliados.