Orbán es el único aliado que le queda en la Unión Europea (UE) al presidente ruso, Vladímir Putin
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban, defendió en una reunión a puerta cerrada de su formación, Fidesz, que las sanciones europeas contra Rusia por invadir Ucrania deben levantarse, informó el diario progubernamental Magyar Nemzet.
Orbán es el único aliado que le queda en la Unión Europea (UE) al presidente ruso, Vladímir Putin, y aunque Hungría se ha sumado a las sanciones del bloque ha criticado en numerosas ocasiones su impacto en la economía europea y se ha negado a apoyar militarmente a Ucrania.
El diario, que tiene una línea absolutamente a favor de Fidesz, señala que Orbán aseguró en una reunión con sus diputados que las sanciones se habían convertido en "una guerra económica global" y que el conflicto se iba a prolongar al menos hasta el próximo año.
El primer ministro sostuvo que las sanciones de la UE habían producido un encarecimiento de la gasolina y habían disparado la inflación, por lo que, según argumentó, al quitar esas sanciones se produciría una mejoría económica.
Orbán sostuvo que sin las sanciones, el bloque comunitario podría recuperarse y evitar una futura recesión, y señaló que el castigo económico daña más a Europa que a Rusia.
La posición húngara a favor de Moscú ha generado tensiones incluso con sus socios en el grupo de Visegrado (Polonia, Eslovaquia, República Checa), que apoyan claramente a Ucrania, y ha mostrado el aislamiento de Budapest en la UE.
Aunque Orbán ganó de forma arrolladora en las elecciones del pasado abril y tiene una mayoría absoluta de dos tercios en el Parlamento, la mala situación económica le está haciendo perder popularidad.
La debilidad de la moneda nacional, el forinto, y la gran inflación, situada en más del 15 % interanual en agosto, unido a la falta de financiación de la UE debido a la retención de fondos por parte de la Comisión Europea, están teniendo un gran impacto en la economía húngara.