El presidente de Rusia, Vladímir Putin, consumará con la firma de tratados la anexión de cuatro territorios ucranianos ocupados en el este y sur del país vecino, lo que supone en torno al 15 % del territorio de Ucrania o unos 100.000 kilómetros cuadrados, un tamaño similar al de países como Hungría y Portugal.
"La ceremonia de la firma de los acuerdos para el ingreso de los nuevos territorios en Rusia tendrá lugar mañana" a las 12.00 GMT en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, dijo hoy el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
La firma de los tratados tendrá lugar junto a los líderes de Donetsk, Denís Pushilin; de Lugansk, Leonid Pásechnik; de Jersón, Volodímir Saldo, y de Zaporiyia, Yevguei Balitski, y con legisladores del Parlamento como testigos.
UNA DECISIÓN HISTÓRICA
Los líderes separatistas ya se encuentran en Moscú en la víspera de "una decisión histórica".
Según el Kremlin, Putin pronunciará "un discurso de gran calado" en el acto de mañana.
El martes, el mandatario sostuvo que la prioridad de Rusia era "la salvación de la gente de todos los territorios en los que se celebraron los referendos" de anexión, ninguno de los cuales está bajo control total de las tropas rusas tras siete meses de campaña bélica, ni siquiera Lugansk, que Moscú dio por tomada en julio.
La sala en la que Putin rubricará los documentos es simbólica, no solo por ser el lugar de los grandes actos en el Kremlin, sino también porque allí el mandatario ruso ya firmó el 18 de marzo de 2014 el tratado para la anexión a Rusia de la península ucraniana de Crimea y de la ciudad de Sebastópol.
Entonces los crimeos celebraron un referéndum de anexión considerado ilegal por la comunidad internacional y Ucrania, que contó con el apoyo del 96,77 % de los votantes.
Más de ocho años después, se repite la historia, pero a diferencia de entonces -la sublevación armada fue en abril y el conflicto armado en el este de Ucrania estalló en mayo- los referendos en Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia tuvieron lugar en plena guerra.
El apoyo a la anexión en estos cuatro territorios fue de entre el 87,05 % y el 99,23 %, según aseguran las autoridades prorrusas.
NUEVAS SANCIONES Y CONDENA INTERNACIONAL
Y, al igual que en 2014, cuando EEUU y la Unión Europea reaccionaron con sanciones a la anexión de Crimea, en este 2022 la Unión Europea y EEUU también golpearán a Rusia con nuevas medidas restrictivas por las consultadas ilegales en el este y sur de Ucrania.
La práctica totalidad de la comunidad internacional ha condenado los seudorreferendos y ha asegurado que no reconocerá la anexión.
El paso de Putin, que se produce tras duras derrotas en el norte y el noreste de Ucrania y en plena movilización parcial para tratar de recuperar la iniciativa en el campo de batalla, ni siquiera será apoyado por socios tradicionales del Kremlin, como China, la India, Turquía o Serbia.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en su discurso nocturno la víspera que, "si alguien en Rusia piensa que puede salirse con la suya con todo lo que están haciendo en el territorio ocupado, si alguien en Rusia espera que el mundo abandone sus propios valores, asustado por otro anuncio ruso de anexión, ese alguien en Rusia se está equivocando".
"Cada paso de escalada por parte del ocupante solo confirma el hecho de que el mundo debe actuar aún con más dureza", recalcó.
Zelenski ya ha convocado una reunión del Consejo de Seguridad y Defensa para mañana.
PURO TRÁMITE
En principio, antes de poder anexionarse las regiones de Jersón y Zaporiyia, Putin debe reconocer formalmente su independencia, al igual que hizo el 21 de febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, tres días antes de la invasión de Ucrania.
El "embajador" en Rusia de la región separatista ucraniana de Lugansk, Rodión Miroshnik, afirmó hoy en una entrevista con la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, que la provincia se incorporará a Rusia como una república con ciertos derechos de autonomía.
Tras la firma de los tratados la Cámara baja y el Senado deben aprobarlos, paso que está previsto para el lunes y martes.
Entonces Putin tendrá que promulgar la unión de los cuatro territorios ucranianos con Rusia.
Tras el acto del viernes en el Kremlin, de cuya cuenta atrás ya informan los medios estatales, se celebrará un gran concierto en la Plaza Roja en apoyo a la anexión. En las estructuras que se están levantando ya en el centro de la capital se pueden leer lemas como "Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson, ¡Rusia!".