Silencio de la Casa Real de Tailandia sobre el estado de la princesa hospitalizada

La Casa Real de Tailandia mantiene el silencio sobre el estado de la princesa Bajrakitiyabha, hija primogénita del rey Vajiralongkorn, ingresada en un hospital tras sufrir el miércoles problemas cardíacos, y este sábado informó únicamente sobre el contagio de covid de los monarcas.

La Casa Real tailandesa no ha vuelto a divulgar información sobre la salud de la princesa desde el breve comunicado emitido la tarde del jueves, en el que precisaba que la hija del monarca quedó "inconsciente" mientras entrenaba a su perro para una competición canina en Nakhon Ratchasima, urbe a unos 250 kilómetros de Bangkok.

En cambio, la institución informó este sábado de que su padre, el rey Vajiralongkorn, y la reina Suthida "han dado positivo en Covid-19 y tienen síntomas moderados", sin hacer mención al estado en el que se encuentra la princesa, de 44 años.

La última imagen de los monarcas data del viernes, cuando acudieron al hospital de Bangkok donde se encuentra ingresada la princesa, ataviados con chándales en azul marino y rayas naranjas a juego y chanclas, con sus rostros cubiertos por mascarillas.

Hasta allí acudió también el viernes el primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, y otros políticos para postrarse frente a una foto de la princesa, depositar flores naranjas -color asociado a ella- y firmar un libro de buenos deseos.

El patriarca supremo budista de Tailandia, Somdet Phra Ariyavangsagatayana, solicitó la víspera a todos los templos tailandeses en el país y en el extranjero que realicen sesiones diarias de cánticos para la princesa.

Una petición a la que se sumó hoy la Conferencia de Obispos Católicos de Tailandia, que instó a sus feligreses a que rezaran por la princesa, en línea con el mensaje emitido por la autoridad tailandesa en asuntos islámicos el viernes.

Bajrakitiyabha, nacida el 7 de diciembre de 1978, es la única hija del primer matrimonio del rey Vajiralongkorn con la princesa Soamsawali -prima hermana del actual monarca- y de quien se divorció en 1991.

Tras la ascensión al trono de su padre (en 2016), Bajrakitiyabha tomó un papel más prominente en las ceremonias y actos de la Casa Real y en representación del país, lo que se interpretó como un guiño ante la posibilidad de ser nombrada heredera de la Corona.

Doctora en Derecho por la Universidad estadounidense de Chicago y licenciada en relaciones internacionales, la princesa, amante de la hípica, también se formó en algunas de las escuelas más elitistas de su país y en Inglaterra.

Además de la abogacía, ha ejercido como embajadora de Tailandia en Austria -entre 2012 y 2014- y ha ocupado varios cargos de representación del país en Naciones Unidas, entre otros en el organismo de la ONU para la Mujer y, más recientemente, en la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Soltera y sin hijos, Bajrakitiyabha se diferencia de su progenitor -protagonista de varios escándalos- por su discreta vida , desconociéndose si sufría algún problema de salud.