"El gobierno israelí continúa actuando y promoviendo la cooperación con Ucrania según lo acordado entre los países. El comportamiento del embajador no ayuda"
El Ministerio de Exteriores de Israel ha convocado al embajador de Ucrania en el país, Yevgen Korniychuk, por sus recientes declaraciones sobre la postura israelí respecto a la guerra con Rusia, después de que afirmara el domingo que era "claramente prorrusa".
"La conversación se llevará a cabo con la jefa de Política Estratégica del Ministerio, Aliza Ben Nun, como una continuación a los mensajes que se han enviado sobre este asunto en los últimos días en un canal directo entre Jerusalén y Kiev", informo hoy el Ministerio de Exteriores israelí en un comunicado.
La "conversación aclaratoria" tendrá lugar el próximo 3 de julio.
"El gobierno israelí continúa actuando y promoviendo la cooperación con Ucrania según lo acordado entre los países. El comportamiento del embajador no ayuda", agregó el comunicado.
El pasado domingo, la embajada de Kiev en Tel Aviv acusó a Israel de mantener una "posición claramente prorrusa" en el conflicto bélico que estalló en 2022 a raíz de la invasión de Rusia en territorio ucraniano, y criticó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, por no enviar armamento a Ucrania.
"Mientras el pueblo de Ucrania, incluida su importante comunidad judía, se desangra bajo el ataque de los misiles rusos y los drones iraníes, los líderes israelíes (...) forjan activamente relaciones con la Federación Rusa. En realidad, sobre el terreno, la llamada neutralidad del Gobierno israelí se considera una clara posición prorrusa", indicó un comunicado de la legación diplomática ucraniana.
Estas declaraciones se produjeron menos de una semana después de que la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, estuviera de visita en Israel para reunirse con el presidente Isaac Herzog y abordar cuestiones humanitarias.
Desde el inicio de la ocupación rusa de Ucrania en febrero de 2022, Israel apoyó la soberanía e integridad territorial de Ucrania, y aportó ayuda humanitaria. Pero no le proporcionó armamento ofensivo -como ha pedido reiteradamente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski- a pesar de que Israel alertó de que Rusia utiliza armamento iraní en Ucrania.
Israel busca evitar fricciones con Moscú, su aliado estratégico en el conflicto en Siria, donde Rusia respalda al Gobierno sirio de Bachar al Asad, y permite a Israel llevar a cabo ataques contra posiciones de milicianos de Irán o aliados de Teherán, principal enemigo del Estado de Israel en la región.
En este contexto, el pasado 16 de junio, Rusia anunció que abrirá en Jerusalén una sucursal de su actual embajada en Tel Aviv, asegurando que el terreno para la nueva sede, ubicado en una exclusiva y céntrica zona, fue adquirido por el Gobierno ruso en 1885.
Israel calificó el anuncio como un "logro político" al considerar que Jerusalén es su capital "eterna e indivisible", aunque ni la ONU ni gran parte de la comunidad internacional reconoce esta interpretación, ya que la mitad este de la ciudad debe ser la capital de un futuro Estado palestino.
La Embajada de Ucrania criticó el establecimiento de la sede diplomática rusa en Jerusalén, "para la que incluso se han asignado terrenos de forma gratuita".