Los testigos coinciden en que la formación forma parte de la estrategia de ETA y cuenta con su beneplácito.
Los miembros de la Policía y de la Guardia Civil que declararon ayer como testigos en el Tribunal Supremo en la primera sesión de la vista de las demandas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado contra Sortu han coincidido en que la formación forma parte de la estrategia de ETA y cuenta con su beneplácito.
Así lo dijo uno de los miembros de la Policía que elaboró los informes sobre Sortu incorporados a las demandas, que señaló que la nueva formación abertzale es una iniciativa de Batasuna “para refundarse” -”son las mismas personas con un proyecto nuevo”- y que ha recibido el “plácet” de la banda terrorista.
Sortu, según este agente, se engloba dentro de la estrategia de ETA para retornar a las instituciones tras las elecciones locales del próximo 22 de mayo.
El testigo admitió que el nuevo proyecto tiene como novedad fundamental que “alude a la condena de la violencia”, pero ha señalado que ello obedece a una “evaluación utilitarista” de la izquierda abertzale, que no rechaza el terrorismo por una cuestión de principios, sino porque ya no lo considera útil.
La resistencia de los representantes de la izquierda abertzale, incluidos los de Sortu, a condenar a ETA responde, según los demandantes, a las directrices establecidas por la banda en un documento intervenido en febrero de 2009, en el que se permitía a los primeros de “matizar o contextualizar” su postura frente a la violencia, pero nunca condenarla expresamente.
Para ilustrar esta circunstancia, han incorporado como prueba documental las actas de los plenos celebrados por los Ayuntamientos de Burlada y de Alsasua los días 23 y 25 de junio de 2010, respectivamente, en los que se debatieron sendas mociones de condena contra actos de violencia callejera.
En Alsasua, donde la moción fue aprobada por unanimidad, se cambió el término “condena” por el de “rechazo” a petición de los concejales de ANV, mientras que en Burlada los representantes de este partido se abstuvieron, ya que la declaración era de condena y no de rechazo.
Tanto los miembros de la Policía como los de la Guardia Civil han señalado además que Sortu es la plasmación del proyecto político establecido en la ponencia Zutik Euskal Herria, con el que culminó un proceso de debate interno iniciado en 2008 y durante el que ETA manifestó algunas discrepancias respecto a la línea mantenida por Batasuna.
Si finalmente se impuso la segunda postura no fue porque Batasuna convenciera a ETA, sino porque la actuación de las Fuerzas de Seguridad han dejado a la banda en una situación de debilidad tal que ésta se convenció de que su apuesta “era inviable”.