El FBI no informó hasta la semana pasada a la Casa Blanca sobre la investigación en curso al director de la CIA, el general David Petraeus, pese a que llevaba seis meses en ella porque no consideraba que hubiera un riesgo para la seguridad ni se habían puesto en peligro datos de Inteligencia, según señalan este martes varios medios estadounidenses.
Según las fuentes consultadas por la cadena ABC News, el FBI no informó ni a la Casa Blanca ni al Congreso porque consideraba que su investigación era de carácter criminal y no había alcanzado el umbral de investigación de Inteligencia.
Los agentes a cargo de la investigación siguieron las directrices del FBI que prohíben compartir información sobre una investigación criminal en curso. El objetivo de esta medida es, según uno de los responsables consultados, proteger a las personas, incluidos cargos públicos, cuando aparece información negativa sobre ellos en el curso de una investigación criminal pero que no constituye un delito en sí.
En este caso, en el que se investigaba el uso del correo personal de Petraeus por su amante, Paula Broadwell, para enviar mensajes amenazantes a otra mujer, conocida de la familia del director de la CIA, la investigación se centraba en si se había infringido la ley. Según las fuentes, Petraeus no fue en ningún momento el objeto de la investigación ni surgieron pruebas de que infringiera la ley.
Aunque la investigación se centró en Broadwell, con la que el general mantenía una relación sentimental y que es autora de su biografía, los investigadores se mantuvieron atentos por si se había puesto en peligro la seguridad nacional. Así, se investigó a Broadwell y se llegó a la conclusión de que no era una espía.
Las fuentes consultadas por la radio NPR también apuntan a este motivo para justificar el que el presidente, Barack Obama, no se enterara hasta el jueves de lo que estaba ocurriendo, tan solo un día antes de que Petraeus presentara su renuncia como director de la CIA por su relación extraconyugal.
Según Matthew Miller, exasesor del fiscal general Eric Holder, cuando el FBI lleva a cabo sus investigaciones en ocasiones las acusaciones no prosperan y no merecen que se presenten cargos penales. Esto es lo que ocurrió en este caso, según dos responsables consultados por NPR.
Dado que se llegó a la conclusión de que no hubo "actividades de inteligencia" se optó por no informar al Congreso de la investigación, han explicado. "Así es la ley, eso es lo que nos guía", se defendió uno de los agentes. Petraeus era un testigo y no el objetivo de una investigación criminal en curso, han insistido.
LA INVESTIGACIÓN
La investigación del FBI comenzó cuando una mujer de Florida contó a un amigo que trabaja en la oficina del FBI en Tampa que había recibido algunos correos anónimos molestos. Tras seguir la pista de los mismos, los investigadores llegaron hasta Broadwell y consiguieron determinar que ésta mantenía una relación sentimental con Petraeus.
Los altos cargos del Departamento de Justicia, incluido el fiscal general, fueron alertados a finales de verano del caso, antes de que el FBI interrogara a Broadwell y Petraeus en septiembre y octubre. La última de las entrevistas se produjo unos días antes de las elecciones presidenciales del pasado 6 de noviembre, según NPR.
Según ABC News, el líder republicano en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, estaba al tanto del asunto casi dos semanas antes de que Petraeus presentara su dimisión.
Según ha revelado un ayudante de Cantor, este tuvo conocimiento del caso en una conversación con un agente del FBI el 27 de octubre y pidió a su jefe de gabinete que pasara la información al director del FBI, Robert Mueller. De acuerdo con esta fuente, la llegada del huracán 'Sandy' demoró el mensaje enviado a Mueller hasta el 31 de octubre.
EL FBI REGISTRA LA CASA DE BROADWELL
Entretanto, el FBI registró este lunes por la noche la residencia de Broadwell en Carolina del Norte con consentimiento de ésta. El objetivo del registro, según las fuentes consultadas por ABC, era buscar material clasificado, ordenadores o documentos en la misma.
Según estas fuentes, la amante de Petraeus parece está cooperando en la investigación con el fin de desmotrar que no tiene nada más que ocultar.
Por su parte, Petraeus lamenta lo ocurrido y sobre todo "el daño provocado a su familia", según ha relatado a la cadena su exportavoz, Steve Boylan, que ha dicho que la mujer del general está muy enfadada con la situación.
"Tenía un gran trabajo y siente que estaba haciendo un trabajo magnífico y ahora todo se ha ido por la borda", ha afirmado. El general es consciente de que "fue un error colosal", ha añadido.
Según ABC, Petraeus podría enfrentarse a un juicio militar por adulterio si en el curso de la investigación se encuentran pruebas que refuten su alegación de que su relación con Broadwell comenzó después de abandonar el Ejército. Boylan ha confirmado este extremo y ha asegurado que la pareja, ambos casados, comenzaron su relación meses después de su salida del Ejército en agosto de 2011 y que ésta concluyó cuatro meses después.