El hallazgo de otros 17 cadáveres en las últimas horas entre los escombros a que ha quedado reducido el edificio Rana Plaza en las inmediaciones de Dacca ha elevado el número de víctimas en la tragedia por encima de los 400 hasta los 405 muertos, mientras continúan las labores de búsqueda por octavo día consecutivo.
Según informa este miércoles el diario local 'Daily Star', en los dos últimos días los equipos de rescate no han encontrado con vida a ninguna persona, por lo que el número de supervivientes tras el derrumbe del edificio de nueve plantas se mantiene 2.437.
Además, según el general Chowdhury Hasan Suhrawardy, de la Novena División de Infantería, hay 149 personas que siguen desaparecidas bajo los escombros, por lo que se espera que el balance de muertos siga aumentando. La oficina de control del Distrito de Dacca ha realizado la lista de desaparecidos en base a la información ofrecida por sus familiares y amigos.
Los equipos de rescate no cuentan con encontrar nuevos supervivientes entre la montaña de escombros a que quedó reducido hace justo una semana el edificio, que albergaba cinco fábricas textiles así como varias tiendas y otros negocios.
Desde el domingo, se está empleando material pesado como grúas para penetrar entre los escombros y proceder a su retirada así como perros adiestrados en la búsqueda de personas.
"Podría llevar otros doce o quince días retirar los escombres si se hace un esfuerzo concertado", ha explicado al diario el teniente coronel Moin Uddin, del Tercer Batallón de Ingenieros. Según este responsable, no se está procediendo a "una demolición masiva ya que hay cuerpos en distintos lugares y estamos intentando recuperarlos intactos".
Los escombros del Rana Plaza, cuyo propietario ha sido detenido en relación con lo ocurrido, están siendo trasladados en camiones y depositados en un vertedero próximo a la comisaría de Savar. Por ahora se han retirado alrededor de 350 toneladas de hormigón, pero el Ejército estima que en total hay unas 9.000.
Cientos de personas piden la pena de muerte para el dueño del Rana Plaza
La Policía ha dispersado por la fuerza a las cientos de personas que se han manifestado en Dacca para exigir la pena de muerte para el dueño del edificio comercial que se incendió y derrumbó dejando cientos de muertos y un millar de heridos.
Cientos de trabajadores industriales han marchado por el suburbio de Savar hasta confluir en un mismo punto para exigir que las autoridades judiciales condenen al dueño del edificio comercial, Mohammed Sohel Rana, a la pena de muerte.
Al principio, la marcha ha transcurrido sin incidentes, pero una vez han confluido las distintas columnas, se ha tornado violenta. De acuerdo con la cadena británica BBC, algunos vehículos aparcados han sufrido daños.
En este contexto, la Policía ha tenido que intervenir y ha usado porras para dispersar a los manifestantes, sin que, al parecer, haya heridos ni detenidos.
Rana fue detenido el pasado domingo por un equipo del Batallón de Acción Rápida en la ciudad de Benapole, cerca de la frontera con India, tras estar huido varios días. Rana es un alto responsable del ala juvenil del partido gobernante, la Liga Awami.
Horas después, las fuerzas bangladeshíes detuvieron a dos propietarios de fábricas textiles y a tres dueños de talleres ubicados en el edificio comercial, así como a dos técnicos municipales.
Las autoridades judiciales han ordenado bloquear sus activos y les han acusado de negligencia, construcción ilegal y persuadir a los empleados para que acudieran a su puesto de trabajo, a pesar de que un día antes habían aparecido grietas en el inmueble.
La tragedia tuvo lugar el pasado 24 de abril, cuando el Rana Plaza, un edificio que alberga varios locales comerciales y fábricas textiles, se incendió y derrumbó, por causas que aún se desconocen, con 3.122 en su interior.
Las autoridades bangladeshíes han fijado el balance de víctimas en 382 muertos, un millar de heridos y un centenar de desaparecidos. La semana pasada se cancelaron los operativos de búsqueda y rescate de suprevivientes.
Ahora, los equipos de emergencia, ayudados por decenas de voluntarios, se centran en limpiar la zona de escombros, mientras que los médicos forenses tratan de identificar a los fallecidos mediante pruebas de ADN.
Ante el escándalo que han supuestos las deficientes condiciones laborales en el Rana Plaza, muchas de las empresas que se surten de sus fábricas textiles han anunciado ayudas a las víctimas y organizaciones internacionales han abierto investigaciones.
Los incendios son cada vez más habituales en las fábricas textiles de Bangladesh. El pasado mes de noviembre, 112 trabajadores murieron en el ocurrido en un suburbio industrial de Dacca.