El Ejército de Burkina Faso ha prometido en la noche de este lunes crear un Gobierno de transición, apenas unos días después de hacerse con el poder tras la dimisión del hasta entonces presidente del país, Blaise Compaoré.
"El poder no nos interesa. Únicamente prima el interés superior de la nación, y el Ejército es una institución donde el honor, la dignidad y el espírut de sacrificio constituyen sus virtudes sagradas", ha dicho el presidente en funciones, Isaac Yacouba Zida, a través de un comunicado.
El texto, recogido por la cadena de televisión Burkina 24, ha sido publicado tras una reunión de la nueva cúpula con varias figuras opositoras, encuentro que ha tenido lugar en medio de una manifestación en la que miles de personas han pedido al Ejército que entregue el poder a una administración civil.
Zida ha justificado la intervención de las fuerzas de seguridad durante un incidente en el interior de la sede de la televisión estatal (RTB) tras la llegada a la misma de la líder de la formación de oposición burkinesa Partido por el Desarrollo y el Cambio (PDC), Saran Sérémé, al tiempo que ha afirmado que el suceso se ha saldado con un muerto.
Así, ha dicho que Sérémé llegó a la sede de la RTB acompañada por un general "con la intención de ponerse al frente de la transición". "Se trata de un atentado contra el proceso de transición que ha dañado las tentativas de mediación y que se ha encontrado con la oposición de los manifestantes", ha argumentado.
"Las Fuerzas Armadas quieren recordar que nunca han querido interferir con las actividades políticas y que si hoy tienen que asumir el liderazgo del proceso de transición ha sido tras el llamamiento de las fuerzas vivas de la nación ante un caos que podía instalarse en nuestro país", ha manifestado.
En este sentido, Zida ha dicho que el Ejército ha llevado a cabo "un acto muy patriótico" al asumir el poder y se ha comprometido a "restaurar el orden y garantizar la seguridad de las personas y sus bienes".
"Queremos recalcar que si las fuerzas vivas se sienten atropelladas, es el momento de venir a nosotros, no a la calle, a través de una concertación, tras lo que el Ejército se retirará y dejará (al frente) a los que puedan hacer que el país salga de la difícil situación actual", ha agregado.
"La situación actual supera las cuestiones simples sobre egos e intereses individuales de unos y otros. Todos han de contribuir como ciudadanos a la construcción de nuestro país en el marco de un proceso de transición del que nadie será descartado", ha resaltado.
Por ello, ha pedido que se deje trabajar al Ejército "para conseguir que el país vuelva al camino de sus intereses", insistiendo una vez más en que "no se descuidarán los intereses de nadie, pero tampoco nadie recibirá privilegios".
LA DIMISIÓN DE COMPAORÉ
Compaoré, que llevaba 27 años en el poder, tuvo que anunciar su dimisión el viernes tras dos días de manifestaciones masivas de la oposición lo que se tradujo en la toma del poder por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Honoré Nabéré Traoré, y posteriormente por el teniente coronel Zida, que recibió el sábado el respaldo del Estado Mayor del Ejército. La primera medida del régimen militar ha sido la suspensión de la Constitución.
Mientras, la comunidad internacional va perfilando su posición contra el golpe de Estado. Estados Unidos ha pedido una transferencia del poder a una autoridad civil y desde la ONU advierten de que se podrían imponer sanciones si Zida no abandona la jefatura del Estado.
La Constitución burkinesa especifica que en caso de dimisión del presidente, es el presidente de la Asamblea Nacional quien debe hacerse cargo de la jefatura del Estado y que deberá organizar unas elecciones en un plazo de 90 días. Sin embargo, el Ejército ha suspendido la Constitución y disuelto el Legislativo.