El Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas (EE.UU.) suspendió hoy la ejecución prevista para el próximo 5 de marzo de Rodney Reed, condenado a muerte por el asesinato de una mujer en 1996, tras las sospechas que apuntan a un montaje policial.
Seis de los nueve magistrados que integran el tribunal acordaron dar tiempo a la defensa de Reed, un afroamericano de 47 años, para que aporte nuevas pruebas que eventualmente puedan demostrar su inocencia.
El abogado de Reed, Bryce Benjet, se mostró "tremendamente aliviado" por la decisión judicial y confiado en que pruebas de ADN "puedan probar quien cometió el crimen".
Reed fue declarado culpable en 1998 del asesinato de Stacey Stites, de 19 años, ocurrido dos años antes, a quien supuestamente violó, estranguló y cuyo cuerpo dejó abandonado en una cuneta.
La condena se basó en restos de semen encontrados en el interior de Stites y en el testigo de los médicos forenses.
Reed, quien al principio negó conocer a Stites, en el juicio confesó que ambos mantenían una relación en secreto, ya que ella estaba prometida con un oficial del Departamento de Policía de Giddins (Texas), con el que ya vivía.
El acusado también negó la acusación en su contra pero el jurado no le creyó.
Ahora todas las miradas están puestas sobre el exprometido de Stites, Jimmy Fennell, un policía con un historial violento que fue expulsado del cuerpo tras recibir una condena de diez años de cárcel por violar a una mujer que tenía bajo su custodia en el 2008, Connie Lear.
Según la sentencia, Fennell y otros agentes intervinieron en una pelea entre Lear y su novio, pero el resto de policías se llevaron al hombre, momento que el exprometido de Stites aprovechó para violar a la chica a punta de pistola y amenazarla de muerte si lo contaba.
Pese a la amenaza, Lear puso la denuncia y Fennell fue finalmente condenado.
El caso sirvió para que otras mujeres denunciaran abusos por parte del policía.
Además, el abogado de Reed ha sacado a la luz un historial violento en la carrera policial de Fennell, con diversos episodios turbios que fueron deliberadamente ocultados durante el juicio.
La defensa pretende demostrar que Fennell asesinó a Stites la noche del 22 de abril en su casa y que, con la ayuda de un cómplice -señalan a otro policía-, trasladó el cuerpo y lo abandonó en una cuneta a 35 kilómetros del lugar del crimen, donde fue encontrado por la mañana.
Según apuntan, Fennell conocía de la relación que mantenían Stites y Reed ya que un día abordó al hombre por la calle y le dijo que "pagaría por ello".
No solo la defensa de Reed cree en su inocencia, parte de la familia de Stites también considera a Fennell culpable del asesinato: "Sé que fue él quien lo hizo", afirmó en una reciente entrevista Judy Mitchell, una prima de la chica.