El movimiento chií de los hutíes ha detenido en las últimas horas a 39 dirigentes del suní Partido de la Reforma Islámica (PRI), después de que esa formación anunciara su apoyo a la campaña militar árabe contra la milicia chií.
Fuentes del PRI, brazo político de los Hermanos Musulmanes yemeníes, explicaron que los milicianos hutíes irrumpieron en las viviendas de varios dirigentes políticos y los arrestaron, junto a otras personas que estaban con ellos.
Entre los detenidos figuran el miembro del Comité Central del partido Hamud al Zarhi y el jefe del departamento Social, Abdalá Satar.
Los hutíes entraron además en el hogar del presidente del PRI, Mohamed al Yadumi, en el barrio Al Rauda, en el norte de Saná, pero al no encontrarlo se llevaron a su hijo Soheib.
Tras estas detenciones, la organización política expresó en un comunicado su condena por "esta injusta campaña y por las atroces medidas arbitrarias que efectúan los hutíes contra sus dirigentes y activistas".
Según la nota, la campaña afectó a decenas de casas de personas vinculadas al partido suní, en las que estaban también mujeres y niños.
El PRI consideró que "estas acciones complican la ya deteriorada situación que vive el Yemen debido al golpe de Estado llevado a cabo por los hutíes y el expresidente yemení Alí Abdalá Saleh contra la legitimidad".
Al ser el enemigo político principal del movimiento chií, sus sedes y dirigentes han sido blanco de ataques y detenciones por parte de los hutíes desde el pasado septiembre, cuando la milicia tomó el control de la capital.
Este partido, el mayor de los grupos suníes del Yemen, anunció el viernes pasado su apoyo a la operación militar árabe, encabezada por Arabia Saudí contra los hutíes.
Una coalición árabe lanzó hace diez días una operación militar para intentar frenar el avance de los rebeldes hutíes hacia la ciudad de Adén, donde había reubicado su sede el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, antes de refugiarse en Riad y tras huir de Saná.